La princesa Corinna todavía está intentando salir de la tormenta (son palabras suyas) que se desató cuando se supo que era una amiga especial del Rey que estaba de cacería en Botsuana cuando el monarca se cayó y se rompió la cadera, y cuando a raíz de aquel escándalo se descubrió que había asesorado al fondo de infraestructuras hispano-saudí por el AVE de La Meca (y cobrado por ello), y que vivía en una casa en las inmediaciones del palacio de El Pardo. Curiosamente, ha sido ella misma la que ha querido dar la cara ahora que ya no llueve tanto para afirmar que sigue siendo amiga de Juan Carlos y, sobre todo, para dejar claro nunca ha hecho negocios para el Rey o recogido dinero en su nombre. Sayn-Wittgenstein le llamó cuando se enteró de que el periodista Bob Colacello estaba preparando un reportaje sobre el Rey y los escándalos que le rodean para el número de octubre de la edición estadounidense de Vanity Fair, en que hablaba con muchas personas vinculadas a él (sus íntimos explicaron que está muy enamorado de la alemana). Quería que la escuchara. Hablar. Y eso que el año pasado había protagonizado un especial en ¡Hola! y concedió una entrevista a The New York Times. Corinna explica detalles de los negocios que rodean a la figura del monarca. Siempre que hay grandes ofertas para las empresas españolas desde Oriente Medio, Europa del Este o América Latina, la persona a la que los políticos y la comunidad de negocios piden ayuda es al Rey, que hace las llamadas. También admite que durante un par de años estuvo cobrando por asesorar al citado fondo. La alemana no tiene problemas para insinuar que mantuvo un romance con el Rey. Sí. Somos buenos amigos. Algunas personas no entienden que hay cosas que suceden y acaban en un momento dado. Pero la amistad no acaba. Él ahora es un anciano caballero que lucha con su salud, y creo que necesita toda la ayuda que pueda conseguir, explica la princesa, de 49 años, que descarta que Juan Carlos, de 75, vaya a abdicar, ya sea por su salud o por la crisis que atraviesa la monarquía. La gente está esperando que algo grande suceda, para bien o para mal. Nada va a suceder, solo que él no puede ir de caza. Nos mantenemos en contacto. Él llama a mis hijos una vez por semana para ver cómo les va. NO VOLVERÁ A ESPAÑA Son amigos, sí, pero la princesa ya no quiere pisar España. La última vez que estuvo en nuestro país fue en diciembre pasado. Y no pienso volver porque no sería muy apropiado o muy inteligente, zanja la mujer que no parece haber tratado nunca con la reina Sofía. Nos hemos cruzado alguna vez por accidente. Y señala que tiene un inmenso respeto por Juan Carlos y por el príncipe Felipe.