I. Morillo / I. Carretero
Con la cartera de vicepresidente tercero ya debajo del brazo y después de dos días de despedidas y bienvenidas encadenadas, Manuel Chaves dio ayer explicaciones públicas de por qué se ha ido a Madrid y por qué confía en Griñán como su sucesor. Él, dijo, será un "buen presidente" para salir de la crisis.
"Presidente, presidente", le reclamaba una nube de fotógrafos que intentaban captar su imagen. "Yo no soy el presidente", les respondió sonriente antes de su primera comparecencia en Andalucía tras haber dimitido como jefe del Ejecutivo autonómico el pasado martes y tomar posesión, ayer por la mañana, como vicepresidente tercero del Gobierno de Zapatero. Eran poco más de las seis de la tarde, tres días después de que saltase la noticia de que su sucesión, tras 19 años al frente de la Junta, estaba en marcha. Contó cómo se ha gestado la operación y también mucho de lo que ha sentido en estos días tan intensos.
Hace tres semanas, rememoró, le llamó el presidente del Gobierno para ofrecerle el regreso a la política nacional. "Me tomé un periodo de reflexión", narró. "No he hecho nada a la ligera. He meditado mucho tiempo. El problema de mi sucesión se iba a dar ahora, más tarde o en 2012 y ésta era una cuestión pensada y meditada". Y llegó a la conclusión de que ésta era una "buena fórmula". De hecho, admitió que "sabía que esta hipótesis podría darse".
La coyuntura económica ha sido un factor determinante para entender cómo se ha producido el relevo en la Junta y también un elemento que oscurece su marcha de Andalucía. Él mismo lo reconoció: "Me gustaría haberme ido en una situación económica distinta". Lo cierto es que la crisis que ha llevado a Zapatero a reforzar su Gobierno con pesos pesados como Chaves es la misma circunstancia que le condujo a la determinación de que Griñán, actual vicepresidente económico, es el "mejor" para sustituirle. Pero reconoció que no ha sido el único candidato en su cabeza: "Claro que he barajado varios nombres". Fue interrogado por aquella preferencia que expresó en su día por dejar el testigo a una mujer, pero zanjó con rapidez el asunto: "No ha sido así".
Chaves dijo estar convencido de que deja la Presidencia de la Junta "en buenas manos". Se explayó en las razones: "Es un buen presidente, que en estos momentos de crisis da seguridad y traslada confianza, tiene unas magníficas relaciones con empresarios y sindicatos, es brillante".
Era la primera vez que el ex presidente andaluz se refería a Griñán como su relevo en la Presidencia y quiso hacerlo cerrando con él el debate sucesorio: "Tengo la impresión de que será candidato en las elecciones de 2012 y deseo que lo sea". Minutos después, el también secretario general de los socialistas andaluces comunicó su propuesta a la Ejecutiva regional del y a los secretarios provinciales del PSOE.
Y aunque insistió en que todo lo que está ocurriendo en estos días de forma atropellada no es para nada fruto de la improvisación, describió momentos cargados de sensaciones distintas. "El primero que siente vértigo soy yo", llegó a responder a cuenta de las consecuencias que su decisión acarrea en su partido. Se va "con ilusión y entusiasmo a desarrollar una nueva etapa" y con el "ego crecido" por el reconocimiento que le hace el presidente al llevarle a Madrid, pero con un punto de nostalgia. Dio claras muestras de ello: "Al margen de mi familia, mi mujer, mis hijos y mis nietas, no hay nada más hermoso en mi vida y nada más importante que ser presidente de la Junta".
En su comparecencia no olvidó ningún agradecimiento. A empresarios y sindicatos -con un afectuoso reconocimiento que Manuel Pastrana, de UGT, que está enfermo-, a las organizaciones sociales, a las mujeres de Andalucía -se mostró orgulloso de su "lucha" por la conquista de la igualdad-, a los trabajadores de la Administración autonómica, a todos los andaluces, a los muchos adversarios políticos que ha tenido y a los miembros de todos sus gobiernos. A todos les quiso reconocer su trabajo, pero a quien quiso recordar fue al fallecido Alfonso Perales. Dicen que su nombre estuvo un día en los planes sucesorios.
