Juan Manuel Ureña (Sevilla, 1987), Sebastián Miranda y Enrique Postigo decidieron hace unos meses poner en marcha una empresa que les permitiera aunar la necesidad de un empleo con sus convicciones medioambientales. Veloces es el resultado de su apuesta, una firma que ofrece mensajería en bici con todas las ventajas que ello conlleva.
-Trae un nuevo concepto de mensajería a la ciudad. ¿Cómo surge la idea?
-Nos conocíamos de antes por la asociación de ciclistas A Contramano. Sebastián y yo somos biólogos y éramos compañeros en la carrera. Decidimos montar la empresa porque teníamos una motivación personal más allá de la de negocio y que tiene que ver con la ecología y la vida activa. La concienciación es lo que nos ha traído hasta aquí. Nuestro objetivo es cambiar el modo de transporte y de logística en la ciudad.
-¿Cuándo deciden poner Veloces en marcha?
-Llevamos trabajando en el proyecto desde enero y estuvimos viendo cómo funcionaban otros negocios del sector que están implantados en otras ciudades. Son iniciativas más ambiciosas porque incluyen otros servicios que nosotros no prestamos, ya que nuestro objetivo es centrarnos en la mensajería.
-¿Saben de algún proyecto similar en Sevilla?
-Sabemos que ha habido intentos anteriores hace ya varios años que no han cuajado y ahora sí están surgiendo más.
-¿A quién presta servicio su empresa?
-A todo tipo de firmas, ya que queremos ofrecer un servicio integral de transporte. Algunas necesitan llevar documentos a los juzgados, a gestorías. Trabajamos mucho con autónomos y también con empresas que llevan paquetería, como las editoriales, que necesitan hacer reparto. Cualquier negocio o particular está entre nuestro público objetivo. Además, nos hemos planteado prestar servicio a los supermercados. En general, ofrecemos facilidades logísticas a empresas que operan en el centro de la ciudad, donde no se puede pasar con vehículos. Ofrecemos una alternativa que no tiene problema con el espacio, la contaminación y el ruido.
-¿Está teniendo aceptación el negocio?
-Estamos encantados, pero lleva tiempo. Estamos en la fase en la que lo fundamental es fidelizar a la clientela, que por ahora está muy contenta.
-¿Por qué decidieron que Veloces naciera como cooperativa?
-Más que por ventajas fiscales, porque queríamos que la organización fuese plenamente democrática, es una cuestión de filosofía. No queríamos que en la empresa entrara nadie que se desentendiera del tema, sino gente implicada. Vamos al 33%.
-¿Qué ventajas tiene su negocio sobre cualquier otro dedicado a la mensajería?
-Somos competitivos porque no tenemos gastos de combustible, ni multas de aparcamiento, y todo ese ahorro lo hemos llevado a nuestras tarifas, que son más económicas. Además, vamos más rápido. Al no afectarnos los atascos y no tener que buscar aparcamiento, llegamos antes. Sevilla es una buena ciudad para la bici, porque es llana, las distancias son asumibles y por el clima.
-Pero ofrecen mensajería más allá de la ciudad...
-Incluimos distribución interurbana porque entendemos que el servicio debe ser integral para que sea de calidad. Para poder hacerlo, nos ponemos en contacto con los bicimensajeros de las ciudades de los envíos. Ya hay empresas de este tipo funcionando en Málaga, Córdoba, San Sebastián, Barcelona... y una está arrancando en Granada. Además, queremos abrirnos a trabajadores autónomos que están en la ciudad y que venden sus productos on line para toda España. En algunos sitios, como Ubrique con el cuero, sabemos que se está haciendo y creemos que es una oportunidad de negocio muy importante.
-¿Cómo piensa diversificar el negocio?
-Uno de los proyectos que nos dejamos en el tintero está relacionado con la educación y es la impartición de cursos en colegios e institutos para promocionar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Es algo que nos hace mucha ilusión y no es sólo aportar conocimiento sobre los medios alternativos, sino también sobre temas que creemos que deben saber los niños y jóvenes como el impacto de la huella ecológica en el medio ambiente. Lo que sucede es que en estos momentos poner en marcha este proyecto es complicado, ya que los colegios privados tienen menos fondos y los públicos cuentan con menos ayudas.
-¿Ha pensado en ampliar el negocio prestando servicios más allá de la mensajería?
-Por ahora no. Se nos iría de las manos en estos momentos y nos queremos especializar y dar el mejor servicio posible al cliente en lo que a mensajería se refiere. Centramos todos los esfuerzos en ello. A partir de que se consolide esta rama de negocio, ya veremos. Es verdad que nos hemos planteado hacer reparaciones a domicilio de bicis. Si un cliente sufre un pinchazo podemos acudir al momento. Además, hemos comprado unos bicicleteros que nos permiten cargar hasta 100 kilos y nos ofrecen la posibilidad de utilizar los laterales para publicitarnos.
-¿Qué les ha sorprendido desde que iniciaron su experiencia como empresarios?
-En el poco tiempo que llevamos hemos recibido muchos currículum. Nuestra intención es crear empleo en el futuro, porque dentro de nuestra filosofía está el fomento del empleo social frente a la maquinaria. De hecho, nosotros hemos creado la empresa porque estábamos en paro y decidimos poner en marcha un proyecto que nos permitiera autoemplearnos.
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