La pasarela hacia la Feria: ésa ha sido la celebrada transformación de la calle Asunción desde su apertura como peatonal el 5 de abril. Al mediodía de ayer una pareja de turistas extranjeros, ajena a la actualidad sevillana, se hacía una foto en plena vía con el telón de fondo, en primer plano, de las hileras de mujeres vestidas de gitanas y, en último término, de la portada del Real.
El avión que cuelga de la estructura diseñada por José Manuel Peña homenajea la gesta que aquel belga de 27 años llamado Jan Olieslagers protagonizó hace ahora 100 años, precisamente a escasos metros de donde se celebra la Feria.
Sin embargo, el avión, como fondo de una instantánea tomada por un extranjero, ajeno al contexto, recordaba más, por emplear un referente cinematográfico, al que quiso dar caza a un confuso Cary Grant en Con la muerte en los talones.
Quién sabe si eso era lo que llamaba la atención de los turistas, lo que sí es seguro es que la jornada de ayer no estuvo dirigida por Alfred Hitchcock... No había intriga alguna, toda esa gente a la que miraban los turistas tenían un destino claro: el albero del primer día de la Feria de Abril.
La pasarela hacia el Real era ayer una ruta peatonal hacia el albero y las casetas... en Asunción la Feria se llevaba en los talones. Casi 30 grados al mediodía en el termómetro de la Plaza de Cuba, donde nace Asunción rumbo a la portada de historia y de cine.
En la pasarela el desfile era incesante y multicolor... ciclistas, que iban y venían en un sentido y en otro, a veces sin poder circular por un carril bici invadido... sacerdotes... mujeres de gitanas... hombres trajeados... ejecutivos engominados... un vecino practicando footing... grupos de mujeres haciendo escenarios improvisados para bailar sevillanas... recién levantados de la noche anterior que salían de hacer la compra en el Supersol... las tiendas de ropa vacías... y las farmacias más concurridas: haciendo su agosto particular vendiendo tiritas para los pies, protector de estómago y pastillas para las gargantas más cantarinas de la Feria... Toda una multitud que componía una hilera multicolor de viandantes en la calle Asunción, que ayer se convirtió prácticamente en una extensión, en una calle más de la Feria de Sevilla.
"La peatonalización ha sido un acierto enorme. Permite llegar en bus hasta el entorno de Plaza de Cuba y desde ahí ir paseando hasta la portada de la Feria con mucha comodidad. La calle ha ganado mucho con esta actuación. Esto, otros años y con el tráfico por medio, era una locura", asegura Francisco Núñez.
Quejas ciclistas. María José Fernández, a bordo de una bicicleta, tenía una queja: "Días de Feria como el de hoy [por ayer] hay demasiada gente en esta calle y no se puede transitar en bicicleta", opina. La bici, por cierto, parece estar convirtiéndose en un modo cada vez más recurrente de llegar hasta el Real esta semana, con la activación del plan de tráfico y la dificultad de coger un autobús urbano debido a la huelga de Tussam.
"La peatonalización ha quedado muy bien. Yo tenía mis dudas pero permite un acceso peatonal directo y rápido a la Feria", apunta Luis Gutiérrez.
"Los años anteriores esta calle siempre ha sido un caos por el tráfico y la gente en medio de los coches y las aceras estrechas. No se cabía. Ahora lo mejor va a ser cuando se salga de la Feria, porque la calle Asunción peatonalizada va a permitir una salida mejor. La pena es que el primer tramo, el que está más cerca de la portada, no esté peatonalizado también", dice Fernando Corona.
Otra cosa que ha permitido Asunción en su nuevo estado es ser escenario improvisado de artistas callejeros. Ayer una pareja de jóvenes extranjeros asombraban a los viandantes creando pompas de jabón gigantes. Era como el preludio de la fiesta al otro lado de Asunción.
