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Con mucho estilo y marcando curvas

La mujer eclipsará este año en la Feria con diseños favorecedores que volverán a marcar tendencia y a demostrar que la moda flamenca evoluciona en paralelo a la moda urbana. (Foto: J. M. Cabello).

el 15 sep 2009 / 02:50 h.

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Atractiva, sensual y muy flamenca. La mujer eclipsará este año en la Feria de Abril con unos diseños favorecedores, atrevidos y muy coloridos que volverán a marcar tendencia y a demostrar que la moda flamenca evoluciona en paralelo a la moda urbana.

Nuevos cortes, colores, tejidos y complementos se aliarán con la mujer para dejar huella en el Real. Los tonos vivos como el rojo y el verde siguen triunfando esta temporada, aunque el color estrella esta Feria de Abril será, sin duda, el morado.

"Este año la mujer se ha decantado mucho por el morado, sin descartar el rojo y el verde, que son dos clásicos", indica la diseñadora Pilar Vera, que pese a presentar en sus colecciones vestidos cortos y largos y trajes de dos piezas -una novedad este año han sido sus camisas guayaveras- asegura que esta feria predominarán en el Real los trajes largos.

Una tendencia en la que coincide con el onubense Cristo Báñez, con la sevillana Aurora Gaviño y con Ángeles Verano, una gran defensora del vestido enterizo. "Nunca me ha gustado desmontar los trajes, porque el vestido de una pieza estiliza mucho más la figura".

También hay quórum entre los diseñadores en lo que a mangas y volantes se refiere. La manga larga y estrecha triunfará este año en el Real, relegando a un segundo plano a las chaquetillas y boleros que tanto se llevaron en ferias pasadas. Los volantes, uno de los ingredientes imprescindibles del traje de flamenca, se llevan este año canasteros, más bien grandes y con volumen, lo que le imprime una mayor movilidad al vestido de gitana.

Los cortes asimétricos también vuelven este abril a contar con el favor de la mujer. "Apuesto por la asimetría porque lo estático está más que hecho y más que visto. Para dar un efecto diferente al traje hay que jugar con esto", explica Ángeles Verano, que en sus creaciones apuesta por una mujer "sensual y elegante a la vez".

En la búsqueda de esa sensualidad juegan un papel muy importante los talles y los escotes. Los primeros siguen siendo muy bajos para realzar la figura femenina y marcar curvas, aunque algunos creadores como Aurora Gaviño constatan una tendencia a ir subiéndolos un poco. "Los talles siguen siendo bajos este año, pero ya no hasta la rodilla.

La tendencia es que el vestido sea ajustado y coqueto, pero algo más cómodo al andar y con más vuelo". En cuanto al escote, la tendencia esta primavera es unánime: generosos y favorecedores tanto en la parte delantera como en la espalda y tanto en pico como en formas redondeadas.

Los lunares, otra de las señas de identidad del traje de flamenca, vuelven a ponerse de moda. Si en temporadas anteriores los lunares han convivido con estampados, rayas y vestidos lisos, esta Feria de Abril toman la delantera y se imponen a las demás opciones. Así lo confirman Aurora Gaviño y Pilar Vera, que nunca olvida dar un lugar protagonista al lunar en sus colecciones. "Este año lo que más ha primado es el vestido de lunares", añade la sevillana.

Tejidos nobles. Si la pasada primavera comenzaron a despuntar los vestidos de gitana realizados con los denominados tejidos nobles, este año se han convertido en tendencia. Así, junto al tradicional popelín y al piqué este año se ha recurrido mucho a la licra, al satén, al raso, a las sedas naturales y a las gasas.

"Estos tejidos dan un sello de distinción a los vestidos", señala Ángeles Verano. También se verá mucho por el Real de la Feria de Abril estos días el croché, un tejido que Aurora Gaviño ha combinado en sus diseños con otras telas.

Además de estos tejidos nobles, los vestidos se enriquecen esta temporada con el empleo de encajes, tiras bordadas, pasacintas y encajes de bolillos. "Este abril se llevan los vestidos muy flamencos y muy trabajados y se ha vuelto mucho al uso de encajes y de tiras bordadas", señala Cristo Báñez.

Por su parte, Pilar Vera también ha empleado esta temporada el croché, aunque en los complementos. "Las clásicas argollas grandes se verán muchísimo esta feria, porque son sin duda las más adecuadas para los trajes de lunares. Pero también se llevan mucho los pendientes de metacrilato y los de croché, que son una novedad en mi colección de este año", explica la veterana diseñadora.

Vera coincide con la mayoría de los creadores al proponer complementos "muy grandes y sofisticados". "Los pendientes son muy exagerados y triunfan los dorados", señala el onubense Cristo Báñez, que se decanta por las flores naturales para el pelo y por los peinecillos en lugar de las tradicionales peinetas.

Pilar Vera también se apunta a la moda de los dorados y plateados en los complementos y a las flores grandes, aunque prefiere las peinetas a los peinecillos para completar el peinado. Un detalle en el que coincide con Aurora Gaviño, que ha ideado una línea de peinetas "con moneditas y bolitas que ha llamado mucho la atención" y una serie de peinecillos dorados "que ha tenido gran demanda".

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