Deportes

Con un brote de disciplina

Jiménez diseñó un dibujo coherente pese a las ausencias en la zaga. El arahalense confió en Fazio para escoltar a Drago en la cobertura y el experimento aportó un rendimiento sobresaliente.     

el 28 feb 2010 / 23:12 h.

Jiménez formó de inicio con un 4-4-1-1.

Firme y con capacidad de dirección, el serbio edificó un dique que el Athletic de Joaquín Caparrós, con velocidad en las bandas y centímetros en la zona de ataque, no fue capaz de asaltar.

En los primeros minutos, el 4-4-1-1, con Renato y Romaric en la medular y Stankevicius y Adriano en los laterales, asfixió al conjunto de San Mamés, apático y sin un cerebro que articulara su fútbol creativo.

Sin embargo, la expulsión del costamarfileño Romaric originó una reestructuración general y un nuevo plan de Jiménez. El preparador blanquirrojo, con la única variante de Rodri, redistribuyó las marcas y optó por disponer un 4-4-1, con el fin de dotar de una mayor solidez a la medular.

Los espacios entre líneas del plantel vasco se esfumaron con la inferioridad numérica local y el once hispalense, previsible, careció de capacidad de sorpresa en las penetraciones.

En los últimos minutos, y con un despliegue total de fútbol directo, Rodri formó en el carril diestro y Capel en el zurdo. Amorebieta y San José, expeditivos, evitaron el triunfo de un insistente Sevilla.

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