Cultura

«Concibo la poesía como un exorcismo temerario»

Ortiz Poole publica ‘Hombre sin descendencia’ en la Fundación Lara

el 30 ene 2011 / 21:29 h.

El escritor Ortiz Poole posa junto a su nuevo poemario.

Un viaje de la oscuridad a la luz: así resume Braulio Ortiz Poole el contenido de su nuevo poemario, Hombre sin descendencia (Fundación Lara), un libro que "comienza con un funeral y acaba con una fiesta de cumpleaños", y en el que pone de manifiesto su concepción del género: "Contemplo la poesía como un exorcismo temerario. Y como no tengo cuerpo para desnudarme en las revistas, me desnudo en los poemas", asevera.
Cuatro son las partes en las que se divide esta travesía que va, según adelanta el autor, "atravesando muchas curvas, de un punto incómodo a un paisaje plácido": La muerte, El amor, La noche y El mundo.

Y son los propios poemas los que van despejando el horizonte, mostrando la cara amable de la existencia. "La literatura es un ejercicio que nos ayuda a entendernos, y a veces hay que aclarar ciertas zonas de sombra para llegar a la celebración", comenta Ortiz Poole (Sevilla, 1974).

Anclaje en el mundo. "Un hombre sin descendencia/ advierte en las estrellas/ su burda asimetría...". El itinerario propuesto también sugiere una reflexión implícita en el título: el hombre contemporáneo que no deja hijos, "que es como tener menos anclaje en el mundo", para acabar comprendiendo "que también está anclado a través de la amistad, la familia y, por qué no, sus escritos", añade.Admirador de autores como Luis Cernuda, José María Fonollosa o Jaime Gil de Biedma, "todos ellos brutales e inclementes consigo mismos", Ortiz Poole trata de conmover al lector como aquéllos supieron hacerlo. "Hacer versos puede ser un ejercicio impúdico y exhibicionista, pero si me muestro así es por la capacidad de impactar al lector que tiene la poesía. Aspiro a que éste se sienta identificado, que comparta las dudas que nos asaltan a todos cuando estamos a solas frente a nuestro reflejo: son parte de la naturaleza humana", apostilla el poeta.

El poeta incendiario se serena

Desde que se diera a conocer como poeta con Defensa del pirómano (2007), la poesía de Ortiz Poole ha experimentado un notable proceso de madurez y claridad. “Estoy más sereno, menos enfadado con las cosas y con mi entorno. Puede haber algún poema que exprese dolor, pero no furia. Antes quemaba la casa, ahora intento construirla”, explica. Autor de la novela Francis Bacon se hace un río salvaje y del volumen de relatos Biografías bastardas, el sevillano cree no hay género más elevado que la poesía, “porque hacer música con la inteligencia y los sentimientos es un arte mayor”, pero su ocupación habitual, el periodismo, se le antoja algo más prosaica: “Al menos el periodismo que yo desempeño, el cultural, te da la posibilidad de conocer autores, acceder a libros... Te permite crecer. Me temo que trabajar en política local no da esos mimbres”, concluye. 

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