El juzgado penal 1 de Sevilla concluye mañana el juicio contra un jefe de servicio de la prisión Sevilla-II, para quien el fiscal pide seis años de cárcel por trato degradante a dos presos, a uno de los cuales supuestamente le aplicó una lavativa para que expulsase la droga que escondía en su cuerpo.
El juicio concluye mañana con la declaración de varios testigos que no pudieron hacerlo en la primera sesión de la vista, cuando el funcionario procesado negó haber aplicado a un preso una lavativa, con objeto de que expulsara la droga que llevaba en el recto, y afirmó que no estaba de servicio cuando otro recluso sostiene haber sido desnudado y sometido a humillaciones.
El funcionario de prisiones J.A.A.C. únicamente reconoció que, al percatarse de que el preso escondía dos bolas de hachís, le advirtió de que podía ponerle en aislamiento hasta que las evacuara.
En cuanto al segundo delito contra la integridad moral que le imputan, cometido supuestamente el 2 de mayo de 2004 al obligar a otro preso a desnudarse, hacer flexiones y tocarse los genitales, el funcionario procesado afirmó que ese día no estaba trabajando.
Los dos reclusos, por su parte, comparecieron como testigos y confirmaron su denuncia, que según su testimonio les causó "humillación" y les hizo sentirse "violados".
J.A.A.C., ahora destinado en otra prisión andaluza, se enfrenta a una petición del fiscal de seis años de cárcel.
El abogado del funcionario, Rafael Villegas, sostiene que la denuncia del preso solo obedece a un intento de desvirtuar la legalidad de la incautación del hachís para eludir sus responsabilidades penales.
