Concluye hoy el plazo para alegar contra el documento que establece cómo deberá desarrollarse el territorio del área metropolitana de Sevilla en los próximos años. El centenar de alegaciones presentadas en la primera fase podría duplicarse con esta prórroga de 20 días, según las fuentes consultadas.
Desde ahora se prevén dos meses para estudiar estas alegaciones de modo que en junio esté el documento terminado. Es el calendario marcado por la Consejería de Obras Públicas para aprobar definitivamente el denominado Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), un documento planteado por primera vez hace más de una década.
El borrador salió a exposición pública en octubre de 2007 y se estableció un plazo para alegar, que concluyó dos meses después, pero que finalmente fue prorrogado hasta el día de hoy debido al ingente número de propuestas y tras pedirlo así colectivos como el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla.
De este modo, se abre ahora una fase de revisión por parte de Obras Públicas, en la que este departamento tendrá que decidir cuáles y cómo se incluyen en un texto, que contempla una inversión total de 4.174 millones de euros. Las alegaciones provienen de la mayoría de los 46 municipios de la Gran Sevilla (con 1,4 millones de habitantes), pero también desde asociaciones, empresas e incluso de particulares.
En estos días son muchos los gobiernos locales y asociaciones que están dando a conocer sus demandas y críticas a un documento que intentará dar un enfoque integral al crecimiento en el futuro más cercano del área metropolitana. Intentará evitar así muchos de los desmanes urbanísticos cometidos sin coto alguno, sobre todo en la primera corona. Ésta es principalmente una de las quejas emitidas desde algunos consistorios, que ven en este documento una invasión de sus competencias a la vez que un freno para sus ansias de expansión, especialmente los cuatro gobernados por el PP del territorio.
En el Potaus se incluyen las denominadas áreas de oportunidad que son proyectos considerados supramunicipales y que por tanto no contabilizan a la hora de aprobar los PGOU (Plan General de Ordenación Urbana). Son de dos tipos: residenciales, donde hay que contemplar entre un 60% y un 70% de viviendas protegidas, y productivas. De momento, el Potaus contempla 16 residenciales y 31 productivas, donde sobresalen los parques empresariales de primer nivel.
