La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a una madre, C.T.R., y su hija, A.L.T., a un total de seis años de prisión al comprobarse que se dedicaban a la venta ilegal de sustancias estupefacientes desde el salón de su casa ubicada en Torreblanca (Sevilla), donde se acercaban los compradores en busca de la mercancía, mientras que también ha condenado a un año y seis meses de cárcel a una tercera persona, C.A.C., como cómplice del delito citado.
Según relató la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla en su sentencia, consultada por Europa Press, tanto la madre como la hija se dedicaban a la venta de drogas en el domicilio familiar de la calle Torrepalma en la barriada sevillana de Torreblanca, donde se montó un dispositivo de vigilancia tras unas sospechas.
De esta forma, la Policía Nacional montó un dispositivo de vigilancia por parte del Grupo VII dedicados al mediano tráfico de drogas en las proximidades de la vivienda, entre los días 30 de octubre y cuatro de noviembre de 2008, que concluyó con el hallazgo de que tres compradores salían de la casa citada.
A estos tres se les encontró cinco envoltorios de plástico con un peso de 548 miligramos de cocaína y una pastilla de metadona. Posteriormente, se produjo a la entrada y registro del inmueble por auto del juez, donde se hallaron cerca de 18.500 miligramos de cocaína en más de 50 envoltorios de color verde, una mercancía que tendría un valor en el mercado ilícito de 1.678 euros.
Asimismo, se intervino 14,91 gramos de hachís, 27 cápsulas de omeprazol de 20 miligramos y un saco de 1,6 kilogramos de marihuana, teniendo la cocaína incautada una pureza entre el 25 y el 33 por ciento, y el hachís una concentración de THC de entre 2,9 al 9 por ciento. En el registro también se intervino un ordenador portátil, joyas y dinero --427 euros--, procedentes de la venta de las sustancias estupefacientes.
Por todo ello, la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a C.T.R. y su hija, A.L.T., como autoras responsables de un delito contra la salud pública a tres años de prisión y multa de 2.000 euros para cada una y el pago de las costas del juicio.
