Mató a su padre de 37 apuñaladas. Fue en La Oliva, hace un año. Pero él estaba convencido de que había acabado con el diablo. Su esquizofrenia mal tratada acabó en un arrebato. Ahora tendrá que pasar 18 años en un psiquiátrico para pagar su crimen. Cuando ocurrieron los hechos, su familia llevaba dos años rogando que lo internaran.
Tanto la defensa de A.R.R., de 52 años, procesado por asesinar a su padre asestándole 37 puñaladas, como el Ministerio Fiscal, coincidieron ayer en la vista del sumario del caso en pedir la libre absolución del acusado. Ambas partes entienden que no debe cumplir una pena de prisión, sino que debe ingresar en un psiquiátrico, por un periodo máximo de 18 años; allí puede cumplir su condena con garantías médicas, pasando exámenes periódicos e incluso con un régimen que le permitirá salidas bajo tratamiento constante.
Fiscal y defensa afirman que A.R.R. está realmente enfermo, por lo que se le puede aplicar la eximente por esquizofrenia paranoide crónica. Y entienden que no atacó a su padre de forma consciente, como demuestra el hecho de que, cuando la Policía lo encontró en su cocina, con el cuchillo en la mano, comenzó a gritar que "había matado al diablo", según informó ayer su abogado, Santiago Carnerero.
El acusado ya había sufrido numerosos episodios de alucinaciones relacionadas con su padre: a veces no lo reconocía, lo tomaba por un padrastro imaginario y aseguraba que lo había secuestrado cuando tenía seis meses.
Sin embargo, aunque el fiscal ha entendido que no fue dueño de su voluntad al atacar a su progenitor, sí que ha mantenido su petición de un año de prisión por un delito de malos tratos contra su madre. El hombre la hirió cuando la mujer se interpuso entre hijo y esposo para parar la agresión, y acabó recibiendo un profundo arañazo en el cuello.
Por ese mismo motivo, el fiscal reclama que se aplique una orden de alejamiento de A.R.R. contra su madre. La mujer pidió que no se le condene por este delito ni se imponga ese alejamiento, ya que su hijo "la rozó de forma involuntaria" y, además, "no debe verse privado de una madre", añadió el abogado. Ahora hay que esperar a la sentencia definitiva.
Carnerero, satisfecho con la "conformidad tácita" lograda con el fiscal, se lamentó de la muerte del anciano, ya que a su entender "se podía haber evitado". "La hermana llevaba dos años solicitando que lo ingresaran en un centro, porque sus padres, con más de 70 años, ya no podían atenderlo ni estar pendientes de si tomaba la medicación", relató ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla.
De hecho, cuando el hombre mató a su padre llevaba ya entre cuatro y cinco días sin tomar las medicinas que necesitaba para tratar su esquizofrenia, pastillas que dejó voluntariamente "porque lo sedaban, le producían somnolencia, y quería estar despierto para poder atender y cuidar a su padre, que en ese momento tenía una costilla rota", añade el letrado.
La falta de medicación, unida a la ansiedad de un consumidor habitual de hachís, le llevó a asestar hasta 37 cuchillazos a su padre a las 8.50 horas del 28 de abril de 2007. Golpeó al anciano en los genitales, lo tiró al suelo y se ensañó con él en la cocina del domicilio particular.
