Desde luego se trata de una sentencia ejemplar y alentadora para muchas comunidades de vecinos en las que habita algún moroso. La Audiencia de Sevilla acaba de confirmar el fallo de un juzgado de primera instancia que condenaba a pagar al propietario de un terreno de una urbanización de Tomares la friolera de 17.088,65 euros, más los intereses legales, en concepto de cuotas ordinarias adeudadas y gastos por consumo de agua correspondientes a los años entre 1985 y 1998.
El deudor alegaba que el Ayuntamiento de Tomares le había denegado el permiso para construir una vivienda en la parcela que había comprado. Por este motivo, tuvo que iniciar un pleito que acabó en el Tribunal Supremo, que finalmente le dio la razón en abril de 1997. Luego se le notificó la posibilidad de construir, pero él entiende que durante los años que no se le ha permitido dar a la parcela su fin constructivo, "debe considerarse suprimida la cuota de participación", llegando a afirmar que incluso la comunidad de vecinos le debe dinero, por las cuotas que sí abonó al principio.
