La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 3.860 años de prisión a Daniel Pastor Alonso, Íñigo Zapirain Romano y Beatriz Etxebarria Caballero, miembros del 'comando Otazua' de ETA, por colocar el 28 de julio de 2009 una furgoneta-bomba con 700 kilos de explosivo que destruyó casi en su totalidad la casa-cuartel de Burgos. Los tres etarras han sido condenados por 160 asesinatos en grado de tentativa y un delito de estragos terroristas. Cuando la bomba estalló, se encontraban en la casa-cuartel 118 personas, de las cuales 41 eran niños. Los jueces Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y María Angeles Barreiro consideran en su sentencia, hecha pública este miércoles cometieron el atentado siguiendo órdenes del entonces jefe militar de la banda, Mikel de Kabikoitz Karrera Sarobe, 'Ata', y con la intención de atentar mortalmente contra el mayor número de personas.