El alcalde de Almuñécar, el independiente Juan Carlos Benavides, ha sido condenado a 2 años y 4 meses de cárcel por empujar al cierre a la adjudicataria de la televisión local. Un juez le acusa de un delito de coacción por haber cortado la luz del local desde donde emitían las noticias, para después retirarles la licencia por incumplir el contrato.
El alcalde de Almuñécar, José Antonio Benavides, ha ganado dos elecciones seguidas, una como miembro del Partido Andalucista, y la última en un grupo independiente que creó bajo el nombre de Convergencia Andaluza. No ha perdido votos a pesar de estar imputado en varios delitos relacionados con las modificaciones al Plan General de Ordenación Urbanística de Almuñécar -que aprobó en contra de la Junta y con el aval de un referéndum- ni tampoco por estar procesado en otros juicios por prevaricación y coacciones. La semana pasada, incluso el Defensor del Pueblo amagó con llevarle ante la Fiscalía por obstruir su trabajo, al negarle los expedientes que éste le pedía. Todo esto no ha dañado la imagen de Benavides, al contrario, en los comicios de 2007 obtuvo mayoría absoluta con 10 concejales.
Ahora, uno de los juicios en los que figura como imputado se ha resuelto con un fallo desfavorable para el regidor. El juzgado 4 de lo Penal de Motril le ha condenado a dos años y 4 meses de cárcel, y el mismo tiempo de inhabilitación para ostentar cualquier cargo público, por haber coaccionado a la adjudicataria de la televisión municipal en 2004. La condena rebaja en dos meses la petición de pena de la Fiscalía: dos años y medio de cárcel y 36.000 euros de multa. En teoría, el regidor tendrá que ingresar en prisión porque la condena sobrepasa el límite de los dos años, y eso le obliga a cumplir la sentencia aunque no tenga antecedentes penales. Pero Benavides ya ha anunciado que recurrirá el fallo ante la Audiencia Provincial.
puerta cerrada. La empresa damnificada -Medios Informativos Costa Tropical- emitía las noticias y su programación íntegra desde el canal propiedad del Ayuntamiento, hasta que en enero de 2004 el alcalde ordenó, sin previo aviso, el corte de suministros básicos -luz, teléfono y agua- del local desde donde emitían. Éste se ubicaba físicamente en un edificio propiedad del Consistorio (una planta de la Casa de Cultura, un cuarto en la terraza y una caseta en el Rancho de Río Verde). De un día para otro, el alcalde ordenó cambiar la cerradura de la puerta de la caseta donde se emitía y donde se encontraba el material técnico, impidiendo así la entrada de los trabajadores. La Fiscalía dijo que "el corte unilateral" de la luz se hizo con el consentimiento firmado de la junta de gobierno local, poco antes de que se ordenara el cambio de la cerradura "sin amparo legal" con intención de "eliminar" la emisión de la programación local, según adelantó ayer La Opinión de Granada.
Dos días después, Benavides usó el pretexto de que la televisión había dejado de cumplir con sus obligaciones para incoar un expediente sancionador contra la empresa adjudicataria y, finalmente, suspender el contrato que le vinculaba con el Ayuntamiento. En el juicio, el alcalde declaró que la empresa había incumplido el pliego de condiciones al no hacer frente a la fianza que tenía que depositar y no pagar las facturas por los suministros. La empresa, por su parte, respondió que la adjudicataria anterior que se encargaba de la televisión tampoco pagaba el agua, ni la luz ni el teléfono porque lo compensaban al cobrar al Consistorio la mitad del coste de publicidad que emitía.
El ex alcalde socialista de Almuñécar Antonio Rebollo aseguró en el juicio que al poco de rescindir el contrato a esta empresa, comenzó a emitir otra televisión municipal más "afín" a Benavides. El contenido íntegro de la condena al alcalde se conocerá mañana.
