El Parque Natural de la Sierra Norte volverá a recuperar sus poblaciones de conejos merced a una serie de actuaciones que buscan aumentar la presencia de una presa clave en la alimentación de otras especies amenazadas como el lince o el águila imperial, además de tratarse de una pieza de caza muy valorada en Andalucía.
El día 21 es la fecha prevista para realizar la primera de las actuaciones de recuperación del conejo en este espacio, que tendrá como escenario el coto Los Galeotes de El Real de la Jara y en la que participarán tres asociaciones de cazadores de esta comarca, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la Consejería de Medio Ambiente. Se soltarán un centenar de conejos.
En concreto esta propuesta se enmarca dentro de las medidas compensatorias y correctoras del impacto medioambiental de la construcción de la presa Melonares en este parque natural, principalmente en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos.
Medio Ambiente apuesta por establecer núcleos de alta densidad de conejo en las fincas públicas El Berrocal y La Traviesa, en el término municipal de Almadén de la Plata, y seguir actuando en el área de compensación ecológica de Melonares con el objetivo de manejar una superficie de unas 4.000 hectáreas de cara a futuros programas de conservación de la fauna.
Para ello se firmaron convenios con la CHG, encargada de la construcción de los citados núcleos, y también con las asociaciones de cazadores del parque natural, que se comprometen a mantenerlos.
Las poblaciones de conejo de monte (oryctolagus cuniculus, es su nombre científico) sufrieron una drástica disminución en los últimos 50 años motivada principalmente por la irrupción en España de dos nuevas enfermedades, la mixomatosis y la hemorrágica vírica. Esto provocó tal reducción de la especie, que llegó incluso a desaparecer en algunas poblaciones. Como se trata de una presa clave en los ecosistemas mediterráneos, su situación puede comprometer la viabilidad de poblaciones de predadores como el lince o el águila imperial, de ahí el interés por desarrollar programas de este tipo.
