La investigación del homicidio del ciudadano español de origen colombiano de 34 años que murió apuñalado el sábado en Málaga ha dado una vuelta de tuerca de lo más inesperada. Un joven de 19 años fue detenido la madrugada del lunes en Madrid como presunto autor de los hechos después de que lo reconociera en una conversación telefónica mientras huía en autobús a la capital de España. El chico no sabía que junto a él viajaba un policía de paisano.
Sin embargo, la detención no fue inmediata. Tras escuchar la conversación del joven, el agente se puso en contacto con la Sala del 091 para verificar la información que había escuchado de su compañero de asiento. Según la Policía Nacional, el agente precisó que el joven explicó a su interlocutor que había tenido que huir de Málaga porque había matado a otra persona con un arma blanca. La gravedad de la información hizo que el jefe de la Sala del 091 de Madrid se pusiera en contacto con sus colegas de Málaga, quienes confirmaron el suceso ocurrido el sábado.
Fue a partir de ese momento cuando los agentes organizaron en Madrid un dispositivo en la estación Méndez Álvaro para identificar y detener al presunto autor del apuñalamiento. Para no echar por tierra dicho dispositivo, el agente continuó comunicándose con sus compañeros a través de mensajes telefónicos con los que describió al individuo como "alto, delgado, con melena corta, lisa y morena", vestido con ropa oscura con zapatillas deportivas blancas. De la misma manera, les informó de que llegarían a la estación sobre las cinco y media de la madrugada.
Para no dejar margen de error, el policía que viajaba en el autobús acordó situarse detrás del implicado una vez que el vehículo llegara a su destino para señalar a la persona a la que debían detener sus compañeros.
El autobús llegó a la estación madrileña a la hora prevista, donde los agentes de la Comisaría de Arganzuela esperaron a que el presunto agresor recogiera su maleta para identificarle y detenerle como presunto autor de la muerte del crimen.
Con esta detención, ya son ocho las que la Policía Nacional ha realizado en torno a la investigación iniciada poco después del suceso ocurrido el pasado sábado en la plaza Murillo Carrera el pasado sábado. Fue sobre las 19.30 horas, cuando la Policía Nacional recibió una llamada que informaba sobre un joven apuñalado en el transcurso de una reyerta. A pesar de ser trasladado al Hospital Clínico para ser atendido, la víctima falleció tras ser intervenido quirúrgicamente.
El joven sufrió una puñalada mortal que le afectó al hígado y al páncreas tras intentar mediar en una pelea en la que no tenía nada que ver con ninguna de las dos partes. Apenas unas horas después, los agentes localizaron el vehículo en el que habían huido los agresores estacionado en una calle de la capital, desplegándose un amplio operativo y lográndose la detención de cuatro individuos por su participación en los hechos. Tras tomarles declaración a éstos, la investigación permitió detener a tres personas más, entre ellas dos menores. Cuando la investigación parecía prácticamente cerrada, el agente que viajaba de paisano en un autobús a Madrid se sentó cerca del último detenido, de 19 años, de cuya conversación se deduce que fue el autor material.
