No se conocen. Muchos, no se han visto nunca. Pero cada uno sabe lo que debe hacer.
Han quedado en la Torre del Oro y comienzan un paseo por el centro de Sevilla. Todos llevan un aparato de música encima (ipod, mp3, walkman), la misma canción sonando en sus auriculares y van vestidos de rojo, verde, azul, amarillo o negro. Son unas varios centenares de personas. Jóvenes en su mayoría, aunque hay de todo.
Una vez mediada la Avenida de la Constitución se paran. Todos a la vez: quietos. Unos están charlando en corrillo, otros bebiendo, algunos subidos a la bici, e incluso besándose. Se han quedado congelados.
El resto de viandantes los miran estupefactos. Pero ellos aguantan. No se ríen; ni una mueca, a pesar del frío de apenas seis grados que se registra en el centro de la ciudad...
¿Cuánto tiempo va a durar ésto? Apenas un minuto y medio de parálisis al que sigue un instante de euforia. Todos empiezan a abrazarse y a besarse y a correr hacia Plaza Nueva. Primero a lo loco y luego en filas, agrupados según el color que visten.
Vuelven a pararse. Empiezan a hinchar globos con los que se golpean unos a otros. Empieza una cuenta atrás que acaba con una explosión literal. Cientos de globos ponen el punto y final al espectáculo.
Pero, ¿qué ha pasado? ¿Se han vuelto todos locos? ¿Están publicitando algo? Parece que no. Sólo buscan un rato de diversión. Han protagonizado, con gran éxito por cierto, lo que se llama un Flashmob.
Un Flashmob no es otra cosa que una 'quedada'. Una quedada en un lugar público durante la que los participantes realizan una misma actividad (puede ser artística o no) solo para divertirse.
El responsable de la que se organizó el sábado por la tarde en Sevilla es Juan Luis Blanco, estudiante de Informática. Tras haber sido seguidor de algunas de las que se han realizado en otros países, se decidió a poner en marcha esta iniciativa en Sevilla.
Blanco asegura que actividades como ésta "demuestran que los jovenes sevillanos podemos reunirnos pacíficamente, sin alcohol, sin molestar a nadie, simplemente para divertirnos y realizar una actividad diferente".
De hecho, asegura que en total fueron más de mil personas las que acudieron a la Flashmob que tuvo lugar en el centro.
Hasta la Policía acudió a la zona para ver lo que pasaba. "No hubo ningún problema, ya que dejamos bastante claro que se trataba de una manifestación pacífica. La Policía sólo pudo ver a mil personas abrazándose. Hasta una chica metió medio cuerpo dentro del coche para abrazar a un agente", explica Blanco.
Este tipo de eventos se convoca normalmente a través de internet. Los organizadores trazan las reglas y a partir de ahí, empieza el juego, que normalmente suele resultar de lo más divertido.
Algunas flashmob famosas han recorrido la red de redes después de haberse celebrado en lugares del mundo tan emblemáticos como la plaza londinense de Picadilly Circus, con decenas de personas imitando a Beyoncé , o en la estación belga de Antwerp , donde 200 personas bailaron a la vez la coreografía de Sonrisas y Lágrimas o incluso la de Liverpool .
Ayer Sevilla disfrutó de la primera, desde la Torre del Oro hasta Plaza Nueva. Seguro que no será la última. De hecho, el organizador promete una más en marzo, aunque esta vez "con coreografía y con ensayos previos".
