¿Para qué sirve un molino de viento? ¿Contaminan además de sorprender en mitad del paisaje? Muchas dudas y mucha desinformación sobre una de las energías renovables con más futuro en Andalucía que la Agencia Andaluza de la Energía trata este fin de semana de solventar con un expositor en el parque del Alamillo. Es que el lunes se celebra el Día Mundial del Viento.
Incluso se han traído el enorme motor de uno de estos molinos de 90 metros de alto. Pero no han podido con los rotores de 6 toneladas.
Como explican Verónica Romero y María Monsalve en el mayor jardín sevillano, el viento es una energía que no se agota, que se renueva constantemente y que genera más puestos de trabajo de los que uno se imagina. Y eso que los 70 primeros encuestados, en las dos primeras horas de trabajo de estas dos voluntarias, tienen casi todos un conocimiento "básico" de la generación de energía eólica, es decir, la que viene del viento.
No ha sido la única actividad para difundir otras formas de consumir sin que se agoten los recursos: junto a ellos Ingeniería sin Fronteras invita a guisos solares: tapas de todos los gustos -salvo las que tienen huevos como ingredientes, por el calor de estos días- que se cocinan con una especie de parabólica que en lugar de captar la CNN coge los rayos del sol y te hace un puchero sin gastar un kilovatio. Qué pena que no prepare una granizada con lo que está sufriendo ya Sevilla con el Lorenzo.
