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Contador dispara de nuevo y ya tiene la 'triple corona' a tiro

Alberto Contador (Astana) se volvió a mostrar intratable con otra victoria en solitario en la decimocuarta etapa disputada entre Oviedo y Fuentes de Invierno. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 11:48 h.

Alberto Contador (Astana) se volvió a mostrar intratable con otra victoria en solitario en la decimocuarta etapa disputada entre Oviedo y Fuentes de Invierno, la segunda jornada de montaña en Asturias donde el madrileño reforzó el maillot oro con un 'disparo' en el centro de la diana que apunta hacia su primer triunfo en la Vuelta a España.

Después de la exhibición en El Angliru, Contador hizo otro alarde de poderío y ambición con un ataque a un kilómetro de meta en el que distanció a su compañero Levi Leipheimer y al español Ezequiel Mosquera (Xacobeo), protagonistas de la escapada definitiva en la lucha por la victoria.

Contador, único español que ha sido líder en las tres Grandes junto a Miguel Indurain, mostró su fortaleza, indiscutible y contundente. Saltó como un cohete arruinando las ilusiones del corredor gallego, artífice de la selección de favoritos en el tramo final. Mosquera soñaba con que el Astana le dejara ganar, pero en la Vuelta nadie regala nada.

El campeón de Pinto desenfundó de nuevo, imponiendo la ley del jefe del pelotón, y se ganó el derecho a ponerse la montera picona asturiana en el podio, de donde no se bajará hasta Madrid. El holandés Robert Gesink, que cotiza al alza, pasó a 20 segundos junto a Carlos Sastre, otra vez en apuros. Alejandro Valverde trabajó con su equipo por lo máximo, pero se dejó un minuto.

La montaña asturiana zanjó el debate de la Vuelta: Contador se convertirá en el primer español en ganar las tres grandes vueltas por etapas. Lo admiten sus rivales. "Eso está claro", dijo Valverde. El ganador del Giro ya tiene a Leipheimer a 1'17" y a Sastre en el tercer escalón a 3'41", todo un mundo. Quedan como aspirantes al cajón Ezequiel Mosquera, cuarto a 4'35", Gesink, quinto a 5'49" y Valverde a 6 minutos.

La de ayer fue una jornada rápida, cerrada a 37 kms/hora. Una marcha considerable teniendo en cuenta que los corredores salvaron seis puertos, tres de ellos de primera: La Colladona, La Colladiella y San Isidro, final de etapa. El pelotón se movió desde la capital del Principado. En el kilómetro 15 ya se había formado una escapada de 11 corredores, con los españoles David Arroyo (Caisse d'Epargne), Xavier Florencio (Bouygues), Iñigo Landaluze (Euskaltel) y David García e Iban Mayoz (Xacobeo). También viajaban el italiano Damiano Cunego y el belga Van Goolen.

Una fuga controlada en todo momento por el Caisse d'Epargne. El objetivo era la victoria Valverde, destacado en el Angliru y ansioso por borrar el despiste del Caracol. Los de Unzue nunca permitieron que el retraso superase la barrera de los cuatro minutos.

El ascenso a San Isidro cambió el decorado. Los escapados tiraron la toalla uno a uno, hasta Van Goolen, el último en claudicar. El Astana tensó la marcha con Sérgio Paulinho, pero fue Mosquera el que decidió quemar las naves para intentar saborear la gloria. El gallego fundió los plomos a Valverde y Sastre y se quedó con los peores enemigos posibles: Contador y Leipheimer. El pinteño, irresistible, se puso de pie en su bicicleta y a bailar la danza de los campeones.

La Vuelta a España sale hoy de Asturias con la decimoquinta etapa entre Cudillero y Ponferrada, una jornada de 202 kilómetros con perfil de media montaña y tres puertos en el trayecto: Somiedo (1a), El Corral de los Lobos (2a) y Ocero (3a).

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