A pesar de ser el técnico que más partidos ha dirigido al Mallorca en Primera (205), de haber conquistado un título de Copa (2003) y de clasificarlo para la Europa League la pasada campaña quedándose a las puertas de la Champions, Gregorio Manzano regresa a Palma en medio de un ambiente de crispación contra él. No obstante, sólo ha salido a la luz la corriente crítica, por lo que habrá que ver en el propio estadio el recibimiento que le tributan.
A comienzos de 2010, el jiennense lamentó la escasa afluencia de seguidores a Son Moix e indicó que cuando hay partido a las cinco de la tarde "la gente está todavía comiéndose la paella", palabras que generaron un gran revuelo. "Mi reflexión iba para los que no han aparecido en el campo; para los que ponen excusas permanentes y hacen que el equipo no tenga el apoyo que demandamos", replicó ante el malestar.
Luego llegarían las demandas cruzadas con Mateu Alemany y los administradores concursales -pendientes de resolución- y una serie de ataques verbales entre él y el ex presidente: "Manzano sufre alzheimer selectivo", "Alemany quería pegar el pelotazo de su vida"...
Para caldear al ambiente, la Federación de Peñas del Mallorca ha decidido hacer una paella en las horas previas al partido contra el Sevilla con el fin de responder a aquellas palabras de Manzano. La iniciativa que llevarán a cabo los peñistas comenzará a las 20.00 horas, dos antes del partido, dentro de un acto que se convoca bajo el lema ‘Furbo y paella pa'cenar'. Título, por cierto, poco afortunado.
El actual entrenador del Sevilla considera que esta corriente crítica está "dirigida". Lo dijo ayer durante su intervención radiofónica, lamentando "que no se recuerde el trabajo" que llevó a cabo durante las cinco temporada que estuvo al frente del equipo bermellón. Manzano recordó las deudas del club con él, sus ayudantes y un plantel de jugadores que la pasada campaña estuvo a un suspiro de ir a la Champions. El Sevilla se lo impidió con aquel gol de Rodri en el último suspiro.
