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Contra la violencia en las aulas

Para hacer realidad unas aulas libres de conflictos, todos los institutos de la ciudad pusieron en marcha un programa de mediación en el que durante el curso recién terminado participaron más de 100 alumnos. Esta iniciativa está encaminada a disminuir la conflictividad y la violencia escolar.

el 15 sep 2009 / 06:47 h.

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Para hacer realidad unas aulas libres de conflictos, todos los institutos de la ciudad pusieron en marcha un programa de mediación en el que durante el curso recién terminado participaron más de 100 alumnos. Esta iniciativa está encaminada a disminuir la conflictividad y la violencia escolar.

El objetivo es propiciar el diálogo entre los alumnos que protagonicen acciones violentas o conflictivas. En el instituto Tierno Galván de Alcalá de Guadaíra esta labor la llevan a cabo unos 20 jóvenes que trabajan bajo la supervisión del pedagogo Daniel Cela. "Nos dedicamos a intentar resolver los conflictos que hay entre los alumnos", cuenta un alumno de 15 años. "Nosotros no decimos quién tiene la culpa y quién no: solamente escuchamos a las dos partes, hacemos que se escuchen y que traten de alcanzar un acuerdo", agrega el estudiante.

Muchos conflictos empiezan con algo de poca importancia, explica otra mediadora de este instituto. "Pero pueden llegar a mucho más y nosotros intentamos pararlo a tiempo", apostilla. La figura del mediador puede ocuparla un profesor pero en este instituto piensan que lo más interesante es que estos pequeños problemas los solucionen los propios estudiantes.

La mediación, según ellos, es importante porque su intervención permite aclarar malos entendidos o disputas menores, generando confianza y fomentando que uno se ponga en el lugar del otro. Por tanto, esa posibilidad que concede la mediación de "resolver conflictos de los alumnos por los propios estudiantes y sin la presencia de profesores ayuda a parar otros problemas a tiempo sin necesidad de que tengan que ser expulsados del centro escolar", precisan los promotores del proyecto. Esto, al menos, es lo que opinan los propios alumnos.

Cuando no existía este programa de mediación, era el jefe de estudios el que trataba de solucionar el conflicto, pero no es fácil que un profesor sepa cuál es la razón por la que un joven no puede ni ver a un compañero. O que, como le sucedió a una de las mediadoras en su primera intervención como tal, un mal entendido entre tres alumnas llegó al límite de que "toda la clase culpaba a una de ellas de ofender a sus compañeras". La solución definitiva fue "escuchar a las partes y tratar de llegar a un acuerdo con el que todas estuvieran más o menos satisfechas", explica.

Claves . Ponerse en el lugar del otro para superar una situación tensa y encontrar una solución entre dos personas que han discutido para evitar más enfrentamientos es la filosofía del plan. Éste es el caso de otro mediador que ya había trabajado como tal en un asunto grave en el que los alumnos llegaron a agredirse en el instituto. En ese caso estuvo ayudado por otra alumna del mismo centro escolar: "Siempre vamos en pareja, les ofrecemos la posibilidad de la mediación y ellos eligen", reflexiona el joven.

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