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Convertido en el secuestro más largo de Al Qaeda en el Magreb

el 22 ago 2010 / 18:47 h.

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El secuestro de los cooperantes españoles Albert Vilalta y Roque  Pascual se ha convertido en el más largo cometido por el grupo  terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), al cumplirse 267  días, casi nueve meses, del rapto, ocurrido en Mauritania la tarde  del pasado 29 de noviembre.

Vilalta y Pascual fueron capturados junto a una tercera española,  Alicia Gámez, cuando participaban en el último convoy de la Caravana  Solidaria organizada por la ONG Barcelona Acció Solidària (BAS).  Gámez fue puesta en libertad por sus secuestradores y llegó a  Barcelona el pasado 10 de marzo.

La caravana fue atacada por milicianos de Al Qaeda en la carretera  entre las ciudades mauritanas de Nuadibú y Nuakchot. El convoy,  formado por un total de 14 vehículos que transportaban material de  cooperación, viajaba en dirección a Dakar, capital de Senegal. En el  momento del asalto, el vehículo de los cooperantes se encontraba a  tres kilómetros del resto del convoy, que escuchó disparos a través  de la radio que interconectaba a toda la expedición.

Cuando dieron la vuelta para buscar a sus compañeros, se  encontraron el Land Rover vacío, con las puertas abiertas, con  casquillos de bala alrededor, pero sin manchas de sangre. En ese  lugar se podían ver también huellas de otro vehículo dirigiéndose  hacia el interior del desierto.

Inmediatamente después del secuestro, la Embajada española pidió  al Ejército mauritano que escoltara al resto del convoy, formado por  un total de unas 40 personas, hasta Nuakchot, mientras España,  Mauritania y Malí desplegaron un dispositivo por tierra y aire para  localizar a los secuestrados y evitar la huida de sus captores a otro  país. Los secuestradores fueron más rápidos y consiguieron refugiarse  con sus rehenes en el norte de Malí.

Menos de 24 horas después del secuestro, el ministro español del  Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advertía de que el asalto a la  caravana solidaria podía ser obra de Al Qaeda del Magreb Islámico,  hipótesis que se confirmó el 8 de diciembre, cuando el grupo  terrorista reivindicó el secuestro de los tres españoles y del  ciudadano francés Pierre Camatte, apresado en Malí, y liberado el 23  de febrero.

UNICO CONDENADO

Casi ocho meses después del rapto, el pasado 21 de julio, un  tribunal de Nuakchot condenó a 12 años de cárcel con trabajos  forzados al hasta ahora único imputado por el secuestro de los  cooperantes, Omar Ould Sid'Ahmed Ould Hamma, alias 'Omar Saharaui'.  

El 11 de agosto, el tribunal de apelaciones de la capital  mauritana confirmó la sentencia al considerarle el máximo responsable  del rapto y el pasado lunes, día 16, fue extraditado a Mali, un  movimiento que podría ser la condición que hubieran puesto los  secuestradores para liberar a Vilalta y Pascual.

LINEA ABIERTA CON LAS FAMILIAS

Con el fin de no repetir los mismos errores que se produjeron en  el secuestro del buque 'Alakrana' por piratas somalíes, el Gobierno  estableció desde el primer día un canal de comunicación fluido con  las familias y la ONG a la que pertenecían los cooperantes a través  de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya  Rodríguez, que les dio su número de teléfono móvil.

Al margen de unos escuetos comunicados que el Gobierno publicó en  los primeros días del secuestro, el Ejecutivo ha mantenido una  política informativa basada en evitar aportar datos sobre las  gestiones en marcha y pedir "prudencia y discreción" cada vez que la  prensa le preguntaba por los cooperantes.

Hasta el 30 de diciembre, el Gobierno no confirmó que uno de los  secuestrados, Albert Vilalta, resultó herido de bala en una pierna  durante el secuestro. La ONG informó entonces de que Exteriores tenía  garantías de que los captores habían permitido que Vilalta recibiera  la atención médica necesaria.

PRUEBAS DE VIDA

La propia Gámez y la vicepresidenta primera del Gobierno, María  Teresa Fernández de la Vega, aportaron algunos detalles más el 10 de  marzo. De la Vega reveló en una entrevista en la Cadena Ser que el  Gobierno había recibido varias pruebas de vida durante el secuestro,  desde algún vídeo hasta "cartas", "fotografías" y "llamadas a los  familiares". "Cuando pedíamos una prueba de vida se producía",  indicó.

En uno de esos vídeos se ve a Alicia Gámez enfrentarse con los  captores, a los que en alguna ocasión llamó "cerdos" en francés, han  informado a Europa Press fuentes cercanas a las negociaciones para  liberar a los rehenes.  

En una breve comparecencia ante los medios de comunicación nada  más aterrizar en Barcelona, Gámez aseguró que sus captores les habían  tratado "bien y con respeto dentro de las limitaciones propias del  desierto".

De la Vega también informó de que en un primer momento "se barajó  que se pudiera liberar antes a Albert" por las heridas de bala que  presentaba en la pierna, de las que acabó recuperándose. Y negó que  el Gobierno haya concedido ninguna "contrapartida" o rescate al grupo  terrorista.

El Ejecutivo nunca hizo públicas, en cambio, las condiciones que  pusieron los captores para liberar a los rehenes españoles. En el  vídeo de reivindicación del 8 de diciembre, Al Qaeda en el Magreb  Islámico señalaba que haría llegar a los Gobiernos español y francés  sus exigencias.

Tampoco la célula que retuvo a los españoles difundió sus  reivindicaciones concretas, al contrario de lo que ocurrió en el  secuestro de un ciudadano francés y una pareja de italianos que  cayeron también en manos de este grupo terrorista, para los que se  pidió la liberación de varios prisioneros.

LABOR DE ACCIO SOLIDÀRIA

A pesar del secuestro, la ONG para la que trabajaban los  cooperantes decidió continuar con la caravana y cumplir así su  objetivo. Se trata de una ONG fundada en 2000 que tiene su sede  social en la capital catalana.

Acció Solidària organiza "caravanas solidarias" por países del  Africa Occidental desde el año 2000. Estos convoyes se encargan de  abastecer de material para proyectos de cooperación a diferentes ONG  que trabajan en Marruecos, Senegal y Gambia "a coste cero, en quince  días y en las mejores condiciones posibles", según la página web de  la entidad.

Barcelona Acció Solidària también realiza otras labores como el  apoyo al llamado turismo solidario y la sensibilización de la  población de Cataluña sobre "la realidad" de los países del Africa  Occidental y Oriente Próximo.

LOS SECUESTRADOS

Vilalta, director general de Tabasa y Túnel del Cadí desde abril  de 2007, es miembro de Barcelona Acció Solidària desde hace años, y  esta caravana solidaria no es la primera en la que participa. Es hijo  de Albert Vilalta, que fue consejero de Medio Ambiente en el Gobierno  de Jordi Pujol.

Roque Pascual también colabora con Barcelona Acció Solidària desde  hace años, y tampoco era su primera caravana. Además, colabora en  otros voluntariados, y en 2007 fue nombrado patrono de la Fundació  Tallers, un centro que facilita que los discapactitados psíquicos  accedan al mundo laboral.

Alicia Gámez es funcionaria del juzgado de primera instancia  número 26 de Barcelona.

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