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Convivir con el vandalismo, ni en pintura

Eliminar graffitis y pintadas en el mobiliario urbano costó a los sevillanos más de 230.000 euros en 2007. La limpieza se efectuó en 130.000 metros cuadrados. Lipasam concienciará a los grafiteros este fin de semana ofreciéndoles contenedores de vidrio para que plasmen su arte. Foto: Amparo Cáceres.

el 15 sep 2009 / 16:54 h.

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Eliminar graffitis y pintadas en el mobiliario urbano costó a los sevillanos más de 230.000 euros en 2007. La limpieza se efectuó en 130.000 metros cuadrados. Lipasam concienciará a los grafiteros este fin de semana ofreciéndoles contenedores de vidrio para que plasmen su arte.

"Lipasam gastó el año pasado 238.000 euros en limpiar graffitis y pintadas ofensivas que estaban en zonas públicas, señales, mobiliario urbano o zonas emblemáticas de la ciudad, lo que supuso 133.000 metros cuadrados de pintadas eliminadas", según anunció el gerente de la empresa municipal de limpieza, Rafael Pineda.

Este gasto en limpieza de pintadas vandálicas no suele variar mucho de año a año, "más o menos es una cifra constante porque al limpiar lo mismo cuesta un poco más cada año, lógicamente por el encarecimiento de los costes", explicó el responsable de Lipasam. Las zonas más castigadas por estas prácticas son el casco histórico, el paseo de Juan Carlos I y la Ronda del Tamarguillo, a pesar de existir zonas habilitadas por la Junta de Andalucía y el Instituto Andaluz de la Juventud para que los graffiteros organicen actividades.

Pineda hizo públicos estos datos durante la presentación del concurso bautizado con el lema Todo tuyo. Su objetivo es el de reunir lo mejor del graffiti sevillano -diez personas invitadas por la organización- y veinte graffiteros seleccionados tras haber presentado al jurado los diseños más novedosos, todos españoles. Se les dará espacios del mobiliario urbano como son 30 contenedores de vidrio, distribuidos por el centro de Sevilla, para así plasmar libremente su arte.

A su manera. El concurso se desarrollará desde las nueve de la mañana a las seis de la tarde de mañana sábado. Consistirá en que cada uno de los participantes pinte un contenedor a su estilo. De los veinte inscritos, sólo tres serán premiados por el jurado. A los treinta contenedores de vidrio se les aplicará una capa de pintura especial con el fin de proteger los dibujos. Luego serán expuestos en los distintos barrios de Sevilla de forma itinerante.

El deseo de la organización es continur con este concurso durante los próximos años, incluyendo en él la participación de graffiteros internacionales, que en este año ha tenido bastante aceptación.

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