El día 10 de enero de 2010 pasará a la historia de Sevilla recordado como aquél en el que se tiñó de blanco el cielo de la ciudad por algunos minutos. A los 56 años, la nieve volvía a la capital hispalense, pero con mucha menos intensidad de la que lo hizo aquel 2 de febrero de 1954.
Entonces, la ciudad despertó con un manto blanco que cubría las calles, parques y los monumentos más emblemáticos. Aquel día dejó estampas tan bellas y tan inusuales como la fuente de la Puerta de Jerez coronada por la nieve o los muñecos que aparecieron por las calles de la ciudad, hechos por los sorprendidos niños.
La última vez que nevó en Sevilla, según cuentan las crónicas de entonces, fue en 1943, pero con menos intensidad a como lo hizo aquel 2 de febrero, en el que El Correo abría con bellas imágenes con el titular 'Así estaba Sevilla bajo la nieve'.
Ayer, en cambio, la nieve se quedó sólo en el deseo de muchos, pues los copos que cayeron sobre la capital no llegaron a cuajar. Hubiera hecho falta más frío (y eso que las temperaturas casi rozaban los cero grados) para que la nieve caída se convirtiera en un manto blanco, como ocurrió en la provincia.
El temporal sólo dio para poder ver algunos copos cayendo sobre la ciudad, ante el asombro de los sevillanos, que rápidamente los inmortalizaron para el recuerdo, pese a que la nevada prácticamente sólo se pudo apreciar en algunos coches.
Para hoy se esperan lluvias y las temperaturas ascenderán, por lo que será difícil que se vuelva a repetir la estampa de ayer.
