El corazón no es un órgano cualquiera y cuidar de él es una labor importante para los profesionales de la medicina. Para cumplir con la "vieja aspiración" de mejorar, día a día, en el cuidado de los pacientes con afecciones cardiacas, el área de cardiología del Hospital Universitario Virgen Macarena ha instalado, en las últimas semanas, un sistema de telemetría que permite monitorizar el ritmo cardíaco de los enfermos, una vez instalados en planta.
Cuando los enfermos llegan al área de Cuidados Intensivos Coronarios, reciben un seguimiento exhaustivo de su ritmo cardiaco hasta que se estabilizan y pueden ser subidos a planta. Gracias a la telemetría cardiaca, los médicos pueden continuar esta vigilancia en aquellos pacientes que lo necesiten.
Rosa Cuetos, de 30 años, llegó hace una semana a urgencias con problemas respiratorios. Una vez ingresada, le dijeron que se trataba de un problema de corazón. El susto fue grande, "sobre todo, con antecedentes familiares". Pero al cabo de unos días subió a planta. Ahora, disfruta de este nuevo sistema de control, con el que se muestra más que contenta, porque "es mucho más cómodo que el que ponen en la unidad de coronarias". Ahora, puede desplazarse por la habitación e ir al baño sola, porque es "muy delgadito y manejable". El tamaño del dispositivo es el de un mando a distancia y en él van conectados seis electrodos que registran el ritmo cardiaco del paciente. Cpn el aparato colgado del cuello o sujeto a la cintura, los pacientes de planta pueden pasear por la sala, el pasillo, ir al baño, permanecer sentados en el sillón... Todo ello, sin salir del área de Corazón, claro está, "por motivos de seguridad".
Con este dispositivo inalámbrico, no sólo se mejora la estancia del paciente, sino que se mejora la capacidad de diagnóstico, porque así los médicos pueden prever problemas graves en el futuro. "Podemos conocer en todo momento el ritmo cardiaco del paciente, para establecer un diagnóstico más eficaz y aplicar, así, el debido tratamiento", explica el jefe del área de Corazón, Rafael Hidalgo.
El dispositivo inalámbrico envía la señal por una antena hasta el sistema de cableado que recorre los 35 metros que mide el pasillo. Este registro llega hasta el control de enfermería, donde aparecen monitorizadas las señales del paciente, para que el responsable revise así a todos los enfermos a la vez.
Por el momento, el Hospital Macarena tiene monitorizados a cuatro pacientes, aunque el sistema podrá ampliarse para registrar los latidos de hasta 32, las 24 horas del día. Por otro lado, este proyecto de 24.000 euros puede almacenar información durante tres días, para disponer así de un historial con el que detectar cualquier problema.
Para controlar a dichos pacientes, este centro sanitario está estableciendo un nuevo protocolo de actuación, con el que las enfermeras estarán entrenadas para detectar cualquier ritmo anormal. Aun así, el monitor emitirá una alarma, programada según las necesidades de cada persona, para que avise ante cualquier anomalía. Todo esto se traduce en una mayor seguridad para los pacientes. "Esto te deja más tranquila", confiesa Rosa.
