Economía

Corbacho desoye la presión de la calle y plantea amplias reformas

El ministro abre el debate de los años cotizados para la pensión pero no concreta y cosecha el rechazo de todo los grupos del Congreso, menos del PSOE, mientras hoy se inicia la movilización sindicalComparecencia del ministro de Trabajo en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso.

el 22 feb 2010 / 19:01 h.

Celestino Corbacho a la salida de la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso.

Aunque la polémica está servida desde hace casi un mes y las protestas tomarán hoy las calles, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró ayer que el actual periodo de cálculo de las pensiones debe ser objeto de "reflexión y debate", aunque negó que la propuesta del Gobierno central contemple su incremento. Y esto pese a que el Ejecutivo remitió a la Comisión Europea un documento en el que se recogía tal posibilidad y después borró.

Así lo dijo durante su comparecencia en la Comisión No Permanente del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, adonde acudió para concretar la propuesta oficial para reformar el sistema público de pensiones, cuyo planteamiento consiste en alargar la vida laboral hasta los 67 años. El no fue mayoritario.

Análisis riguroso. Corbacho reiteró que ese aumento para la edad de jubilación responde al incremento de la esperanza de vida y al retraso en la incorporación al mercado laboral, e insistió en que la propuesta del Gobierno debe ser "analizada con rigor" por el Pacto de Toledo para lograr así el "mayor consenso posible". Según aseguró, son necesarias reformas "ambiciosas", si bien de aplicación "moderada" y "no traumática", que contribuyan a mejorar la equidad y el funcionamiento del sistema.

Garantizó la viabilidad del sistema de la Seguridad Social, que no está amenazado a corto plazo, y "ni siquiera ante una coyuntura de grave crisis económica como la actual", al tiempo que comentó que su salud es muy buena, lo que permite afrontar los retos del futuro "con tranquilidad".

No a las prejubilaciones. El ministro puntualizó que el documento del Gobierno propone frenar el recurso a la jubilación anticipada y restringir, pues, su "uso abusivo". Por eso abogó por limitar esas reducciones de plantilla en las compañías con beneficios, imponer a las empresas la cofinanciación de los sobrecostes producidos por la exclusión temprana del mercado de trabajo, aumentar más allá de los 52 años la edad mínima de jubilación por la aplicación de los coeficientes reductores y, por último, fomentar la jornada flexible durante los últimos años de la vida laboral.

Celestino Corbacho insistió en que la reforma debe ser "sosegada" y zanjó la polémica sobre si el Ejecutivo propone aumentar el periodo de cálculo de la pensión al asegurar que "el documento no lo establece". No obstante, consideró ese aspecto "muy relevante" y aseguró que se debe buscar una "mayor equidad" interna del sistema para así reforzar la relación entre el esfuerzo contributivo realizado y la prestación reconocida y evitar que el procedimiento de cálculo penalice a los trabajadores que son despedidos al final de su vida laboral.

Planes de pensiones. También consideró "oportuno" utilizar la previsión social complementaria (o aportaciones privadas a los fondos de pensiones) para favorecer la prolongación de la vida laboral, y de ahí que planteara desvincular la jubilación del acceso a esta previsión a partir de los 65 años.

Defendió, además, la revisión de la regulación de prestaciones por muerte y supervivencia, así como de la pensión de viudedad. En concreto, se refirió a las pensiones de viudedad en edad temprana o cuando existen rentas del trabajo, y sobre la pensión de orfandad dijo que "parece razonable" dotarle de mayor autonomía respecto a la de viudedad, a través de la asignación de una cuantía determinada que no dependa del número de huérfanos ni del valor de la pensión.

En cuanto a las fuentes de financiación de la Seguridad Social dijo que "en términos generales se van a mantener los tipos de cotización". Sin embargo, matizó el ministro, "esto no significa que no quepa plantear modificaciones parciales" para colectivos como becarios de postgrado o autónomos. Por último, apostó por "mejorar la supervisión" de las bajas, laborales en especial las de corta duración, que suponen en torno al 60% del total.

Cualquier cambio en el sistema de pensiones, eso sí, debería hacerse en el horizonte temporal de 2013, cuando entiende que se debe haber salido de la crisis, ya que cualquier medida que se pusiera en marcha antes "sería contraria" a la recuperación.

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