Corcoya revive su pasado minero

Mañana se inaugurará un monolito en homenajo a los mineros del yacimiento de hierro

el 15 ago 2012 / 17:33 h.

Restos del polvorín, las torvas y las viviendas de los mineros.
No sólo en la Sierra Norte hubo yacimientos mineros, en la Sierra Sur y más en concreto en Corcoya, pedanía de Badolatosa, durante muchos años se estuvo explotando una mina de hierro con una historia impactante a sus espaldas. Según la tradición oral, en ella se produjo un gran accidente en el que quedaron sepultados 300 mineros, que a día de hoy, según esta misma versión, siguen enterrados en las entrañas del yacimiento.

 

Esto es sólo una historia, pero gracias a ella, en 2009, un grupo de personas que participaban en el Foro de Corcoya comenzaron a intecambiar los datos que poseían sobre esta mina de hierro y a recopilar toda la información recibida. Pero no fue hasta finales de 2011 cuando los internautas que seguían interesados en el tema decidieron reunirse en Corcoya. De esta cita surgió la idea de elaborar un catálogo con imágenes antiguas y actuales de la mina y de erigir un monumento en homenaje a los mineros que trabajaron en esta explotación, que será inaugurado mañana viernes, 17 de agosto, en la explanada de la ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta.

Los coordinadores del proyecto han sido Juan Francisco Zambrana y Arturo Eduardo Rodríguez, que hasta el final han contado con el apoyo de otras siete personas que se conocieron gracias al foro y que han trabajado de forma totalmente desinteresada con la colaboración de los ayuntamientos de Badolatosa, Corcoya, Casariche, la Diputación de Sevilla y la cooperativa olivarera Nuestra Señora de la Fuensanta de Corcoya.

Rodríguez explica que el germen de esta aventura fue un mensaje que se puso en el Foro Corcoya en el que se pedía información sobre lo que realmente ocurrió en la mina, y poco a poco se pudo montar la historia.

Los primeros datos sobre la explotación minera de Corcoya son de finales de 1841 y se sabe que varios vecinos de Badolatosa, Corcoya, Casariche, Estepa y Lucena se constituyeron en sociedad para extraer el mineral de la Sierra de la Cabrera. A partir de ese momento, según Rodríguez, hay una laguna de información que no se recupera hasta la década de los años 70 del siglo XIX, cuando una sociedad formada por los malagueños Larios, Heredia y Loring registran varios yacimientos. Ya a principios del siglo XX una empresa belga es la que se hace cargo de la explotación y se sabe que se construyó un cable aéreo desde la Sierra de la Cabrera al apeadero de La Pasadilla en la línea férrea Córdoba-Málaga adonde en vagonetas se llevaba el mineral a los Altos Hornos de Málaga. Esta actividad hizo que en la zona se construyesen oficinas, viviendas, un economato y un polvorín, entre otras instalaciones.

Según la documentación recabada por estas personas, la mina se cerró definitivamente en 1922 por no ser productiva.

Pero lo más impresionante de la información que se ha recopilado en el catálogo de 100 páginas es el accidente que se produjo el 15 de agosto de 1902, donde hubo tres fallecidos y 15 heridos, aunque posteriormente murieron dos de los heridos. Arturo Eduardo Rodríguez señala que los 300 fallecidos de los que habla la tradición oral no están documentados, "porque además otras versiones hablan de 30 muertos y otras de un retén, lo que sí está confirmado es que tres de los muertos eran del municipio almeriense de Berja, y es que ese año 60 mineros procedían de esa localidad".

Rodríguez asegura que en la mina hubo muchos más accidentes, pero el más grave fue ese, "además hay una información en la que se recoge que el mismo Alfonso XIII se hizo eco del siniestro y telegrafió al gobernador de Sevilla para dar el pésame".

Una vez recabada esta información se decidió elaborar el catálogo Las minas de hierro de Corcoya, 1840-1922, que se presentará mañana, a las 21 horas, después de la inauguración del monolito, en el salón de actos de la cooperativa olivarera Nuestra Señora de la Fuensanta. A las 22.15 se abrirá en el salón de usos múltiples del Ayuntamiento de Corcoya una exposición fotográfica de los yacimientos y una muestra de minerales de la zona, que se trasladará a Casariche y Badolatosa.

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