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Corrupción en Marruecos

el 03 dic 2010 / 17:02 h.

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Un funcionario en el consulado de EEUU en Casablanca concluyó en 2009, tras unas conversaciones con empresarios del país, que la corrupción relacionada con el sector inmobiliario marroquí se extiende al Palacio Real del rey Mohamed VI.

"La corrupción en el sector inmobiliario durante el reinado de Mohamed VI se ha convertido en más, y no menos, dominante", concluye ese diplomático en la comunicación facilitada por WikiLeaks al diario español El País y colgada en la web del periódico.

La agencia Efe ha intentado, sin éxito, recabar la versión del Gobierno marroquí para completar esta información.

En la comunicación obtenida por Wikileaks y publicada por El País se describe cómo uno de los empresarios más importantes de Marruecos, cuyo nombre se oculta, informó a ese funcionario de la corrupción de las instituciones marroquíes.

Fruto de esos contactos, el diplomático concluye que las instituciones monárquicas funcionan con "sobornos" y "coaccionan" al sector inmobiliario marroquí.

"En una reunión del 9 de diciembre, uno de los empresarios líderes de Marruecos dijo (...) que importantes instituciones y procesos del estado de Marruecos son usados por el Palacio para coaccionar y solicitar sobornos en el sector inmobiliario del país", se puede leer en el cable.

El País cita a ese funcionario, que identifica sin dar su nombre como consejero comercial de EEUU adscrito al Consulado en Casablanca, y a sus informantes, entre ellos ese gran empresario.

También un alto ejecutivo de una compañía en manos de la familia real informó en una reunión con inversores locales en un país próspero del Golfo Pérsico que las grandes inversiones en ese sector son tomadas "en realidad por tres individuos del Reinado".

Uno de ellos es el "Rey mismo", junto a su secretario privado -cuyo no nombre no aparece, pero que El País cita como Mounir Majidi- y Fouad El Himma, el líder del Partido Autenticidad y Modernidad y antiguo ministro delegado de Interior, considerado "hombre fuerte" del régimen marroquí y amigo personal del monarca.

El cable titula el asunto como "un cuento de proporciones monárquicas" y reconoce que "aunque las prácticas corruptas existían durante el reinado del rey Hassan II, han adquirido un carácter más institucional con el rey Mohamed VI".

Como ejemplo de esas instituciones, el mismo cable cita a la compañía vinculada a la familia real Omnium Nord Africaine (ONA), que "regularmente coacciona a promotores para que concedan derechos de beneficio a ONA".

El País también revela cómo las informaciones filtradas muestran la historia de concesiones por parte del Gobierno de ese "importante empresario".

El hombre, según el relato de El País, trabajaba con un consorcio estadounidense y se propuso invertir 220 millones de dólares en un proyecto inmobiliario en Marruecos.

Primero, consiguió el permiso para construir en la región que le interesaba, pero el Palacio Real "le animó con fuerza" a asociarse con una empresa cercana al monarca.

Al rechazar la propuesta, el empresario "tuvo que soportar meses de paralización del proyecto", pero la empresa vinculada al Palacio Real le propuso un nuevo trato más tarde.

Si el hombre de negocios organizaba a esa empresa un viaje de negocios y contactos en un país del Golfo Pérsico -que no se cita-, conseguiría la luz verde para invertir en solitario en su proyecto en Marruecos.

El empresario aceptó el trato y acompañó a la delegación marroquí a ese país. De ese viaje de reuniones sacó gran parte de la información sobre las influencias del monarca para permitir grandes inversiones en Marruecos.

Según El País, de una de esas conversaciones obtuvo la revelación de que el Rey y los otros dos sujetos toman las grandes decisiones de inversión en el país. "Hablar con cualquier otra persona es una pérdida de tiempo", dijo ese alto ejecutivo.

Cuando volvió al país magrebí, el hombre de negocios consiguió parte de su trato acordado, puesto que la empresa cercana al Palacio Real obtuvo una participación del 5% en su proyecto.

Como apéndice al cable, el diplomático estadounidense describe los comentarios de un ex embajador estadounidense en Marruecos "que permanece muy conectado al Palacio".

"Nos lamentó de manera separada lo que él acuñó como la avaricia atroz de los allegados del Rey Mohamed. Este fenómeno gravemente socava el buen gobierno que el Gobierno marroquí intenta promover con fuerza", concluye.

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