El PSOE tendría que haber corrido con los gastos del Dassaul Falcon que trajo a José Luis Rodríguez Zapatero al mitin de su partido en Dos Hermanas. Y todo ello a pesar de que un avión militar sea la forma más segura y barata de que el presidente del Gobierno y su amplio séquito puedan moverse de un lado a otro del país: los socialistas tendrían que haber aflojado la pasta, como reclama ahora el PP. No está escrito ni prescrito en ninguna parte, pero así tendría que haber sido: no hay que confundir el ámbito privado del partido con el ámbito público de la presidencia del Gobierno. Y se equivoca el actual inquilino de La Moncloa con su doctrina del si quieres caldo, toma dos tazas: no por mucho repetirlo, un error de formas se convierte en un acierto. Pero, dicho esto, ¿cómo se atreve a dar lecciones de moralina al respecto José María Aznar, que cuando era presidente convirtió la boda de su hija en el monasterio de El Escorial en todo un ceremonial de Estado, organizado además por algunos de los actuales imputados en la trama Gürtel?
A estas alturas de la película, uno ya no cree en las casualidades: en plena campaña y cuando el presidente del PP en Valencia y varios de sus parlamentarios inician sus vacaciones como imputados o testigos ante los tribunales, estalla el supuesto escándalo porque la Junta otorga un crédito millonario a una empresa canadiense que crea 450 empleos en Huelva y en cuya asesoría jurídica curra una hija de Chaves. Aquí, lo único que cabe aclarar es si Chaves tendría que haberse abstenido o no en la concesión de dicha ayuda y si era aplicable en este supuesto la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos. Y si el PSOE tiene alguna denuncia seria que formular contra Javier Arenas, en relación con esa especie de Papá Noel al por mayor que fue en su día Francisco Correa, que lo haga. Si hay responsabilidades políticas, que se asuman y paguen. Si no, punto pelota.
¿Hasta cuándo vamos a seguir jugando al y tú más que pone en riesgo la credibilidad del sistema democrático? El PP canario incluso ha llegado a culpar al ministro del Interior de que la justicia haya detenido ¡a concejales socialistas implicados en un supuesto de corrupción!: se trataría, según ellos, de evitar que se diga que el Gobierno sólo persigue a los conservadores corruptos.
También hubo un tiempo en que al PSOE le hacía falta un telón de acero más que una cortina de humo. Ahora, también al PP le hace falta y buscan debajo de las piedras escándalos que afecten a sus rivales. Pero a este paso y en su afán de buscar titulares, la derecha terminará acusando de lo que sea a María José Campanario, a Curro Romero o a José Chamizo, contra quien amagaron esta semana. Sólo que el Defensor del Pueblo de Andalucía no viaja en Falcon y se compra buenos trajes, pero de su propio bolsillo.
