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Costa desata la ira de Rajoy

«Santo Job sólo hubo uno», dice el líder del PP tras suspenderle cautelarmente de militancia.

el 29 oct 2009 / 20:55 h.

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Ricardo Costa.


Ricardo Costa ha conseguido desatar la ira de Rajoy hasta ser defenestrado. Ayer incurrió en una nueva provocación, que esta vez ha resultado ser la última. El que era la mano derecha del presidente valenciano, Francisco Camps, acudió ayer por primera vez desde que fue cesado al Pleno regional y, a su término, se trató a sí mismo como secretario general del partido: "Como militante y como secretario general de este partido, lamento que la dirección del PP aún no me haya citado al Comité de Derechos y Garantías". Ésta fue la frase decisiva. En la misma línea, el ex dirigente popular pidió a Rajoy que si no hallaba en su gestión ninguna irregularidad, ratificara su confianza en él y pusiera "en valor" su honradez.

Pocas horas después, la dirección nacional del partido le suspendía cautelarmente de militancia por contribuir a la división interna del PP, algo que está sancionado por los estatutos de la formación. El pasado 14 de octubre, el ex portavoz del Grupo Popular en el Parlamento valenciano fue relegado a la última bancada de la Cámara por sus conversaciones con el jefe de la trama Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez, El Bigotes.Tras un polémico cruce de comunicados y contracomunicados entre la dirección nacional del PP y el PPCV, se produjo un cese que sin embargo hasta ayer no estaba reflejado en las páginas web de los populares. Quizá por eso ayer Costa se reafirmó en su cargo y terminó provocando su expulsión también como militante del partido.

Tras su expulsión, Costa sigue sin estar solo, pues el presidente de la Generalitat se precipitó a mostrarle una vez más su apoyo. Camps acató la suspensión de militancia del ex secretario regional pero avaló su gestión, la cual, según dijo, "nada tiene que ver" con la decisión adoptada por la dirección nacional del partido.

Además, adelantó de que habrá cambios en el PPCV, ya que va a "ir tomando las decisiones que correspondan para que el partido siga siendo lo que siempre ha sido: un partido fuerte, vibrante, con capacidad de transmitir ilusión y futuro a todos los conciudadanos". Por ahora, Costa seguirá siendo diputado en el Parlament a no ser que se le expulse también de su escaño o se vaya voluntariamente.

Este nuevo capítulo en la guerra entre Rajoy y el PPCV desatada por el Gürtel volvió a poner de manifiesto la debilidad de la unidad interna del Partido Popular. El ex ministro y diputado popular Juan Costa afirmó sentirse "sorprendido profundamente" por la decisión de la dirección del PP de suspender cautelarmente de militancia a su hermano, el ex secretario general del PPCV Ricardo Costa, y avisó a su partido de que cuando se toman decisiones políticas no se puede actuar "de manera arbitraria".

Pero quien sacó al presidente del PP del silencio en el que ha estado inmerso esos días fue el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien dijo que para ejercer un buen liderazgo no puede haber más de un líder en un partido político.

Aznar añadió que esto es lo que respondía en su etapa como líder del Ejecutivo cuando otros mandatarios le preguntaban como debían actuar como líderes. Además les respondía: "Un líder, no varios; un partido, no varios; un proyecto, no varios". "La conjunción de estas tres cosas a mí me dio resultado", concluyó.
argumentos. Fue entonces cuando Rajoy, desde Murcia -donde participó en la junta directiva del PP- dijo todo lo que no había dicho antes. Con respecto al Gürtel, señaló que no acepta la corrupción "de ninguna de las maneras" y que le "parece una porquería", tras lo que se mostró convencido de que "si una persona del partido ha hecho lo que no debe, no puede pertenecer al PP".

Y es que Costa había conseguido acabar con su paciencia: "Santo Job sólo hay uno en la historia", dijo, tras lo cual anunció que ha convocado al Comité Ejecutivo del partido para el próximo 3 de noviembre para resolver las discrepancias en el seno del partido en Madrid, otro de sus quebraderos de cabeza.

El Partido Popular ha suspendido de militancia a al menos 54 militantes desde que Mariano Rajoy asumió la Presidencia en 2004. Ricardo Costa, suspendido ayer por su "actitud" frente a la dirección nacional, es de todos los afectados quien ha ostentado el cargo de mayor rango.

Se ha convertido además en el noveno afiliado del PP que causa baja de militancia por sus supuestas conexiones con la trama Gürtel, el segundo fuera de la Comunidad de Madrid.

Así las cosas, ahora el Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP afronta posiblemente uno de los periodos más delicados de la historia reciente del partido, ya que sus 12 miembros deberán solucionar dos conflictos peliagudos con nombre propio: Ricardo Costa y Manuel Cobo.

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