Economía

Crecemos, sí, pero con fragilidad

El Banco de España aconseja al Gobierno estar preparado para adoptar más ajustes

el 06 ago 2010 / 08:17 h.

Las ventas de coches fueron determinantes para el incremento del consumo en el segundo trimestre del año y, por tanto, para el aumento del PIB.

Crecimiento frágil y basado en el incremento del consumo por las compras anticipadas para esquivar la subida del IVA y aprovechar el fin de las ayudas públicas a la compra de coches. Son las claves del impulso de la economía entre abril y junio, el 0,2%, según el cálculo del Banco de España, que advierte de que para que esa recuperación se consolide, deberán estar a pleno rendimiento las medidas de ajuste fiscal y las reformas estructurales.

El nuevo crecimiento trimestral, el segundo consecutivo tras siete trimestres de retrocesos, ha hecho también que se modere la caída económica del último año, que ya es de sólo el 0,2%. Estaba en la previsión del Gobierno que hubiera empuje en el segundo trimestre de 2010, pero para los dos siguientes habrá descensos o quedarán en tablas.

El supervisor cree que estas cifras confirman que la recuperación se va consolidando, aunque ve "crucial" que el ajuste presupuestario continúe y, en caso de no ser suficiente, aconseja al Ejecutivo central estar preparado para tomar nuevas medidas fiscales que lo garanticen.

Estas cifras ratifican lo anunciado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la actividad entre abril y junio había sido mayor que la del primero.

El boletín del Banco de España advierte, no obstante, de que el crecimiento está sobre todo respaldado por el consumo privado -que avanzó el 0,7% trimestral y un 1,5% en un año-, y explica que se adelantaron muchas decisiones de gasto ante la inminente subida del IVA -vigente desde el 1 de julio- y el fin de las ayudas a la adquisición de automóviles.

Por ello, reconoce que el consumo podría verse mermado con la subida impositiva o la falta de incentivos para comprar coches -que tiene un fuerte peso sobre el cómputo total del gasto-, así como por la moderación de las rentas salariales.

En cualquier caso, el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez espera que la recuperación de la confianza e incluso, dice, un panorama "menos incierto" del mercado de trabajo gracias a la reforma laboral sean "fundamentales" para conseguir que el consumo se mantenga.

Asimismo, reconoce que la subida del IVA en julio ya se ha notado en la inflación de ese mes, si bien confía en que no haya una fuerte traslación de esta alza impositiva a los precios finales, porque aún es relativamente débil la recuperación del consumo.

Frente a la mejora del gasto de los hogares, el supervisor admite que lo que no se termina de recuperar es la inversión (en especial, la de las empresas), que sigue cayendo, aunque menos.

El Banco de España no es optimista al respecto, pues cree que se va a mantener a corto plazo la restricción del crédito a las empresas y también opina que éstas no se van a lanzar a nuevos proyectos inversores si se mantiene la incertidumbre sobre la intensidad de la recuperación.

Explica, además, que las dificultades de financiación vienen ya de los propios mercados -a los que acuden entidades de crédito, empresas y administraciones-, y reconoce que siguen siendo más restrictivas que las que existían antes de la crisis griega.

Del lado del sector exterior (la balanza comercial), la aportación positiva al crecimiento entre los meses de abril y junio fue menor (seis décimas), porque junto a la subida de las exportaciones hubo también un fuerte incremento de las compras al exterior por una "cierta mejora" de la actividad industrial y por las importaciones de bienes duraderos.

Reacciones. Y en el capítulo de reacciones, el coordinador de Economía y Empleo del PP, Cristóbal Montoro, afirmó que la economía española está en encefalograma plano y no tiene un crecimiento creador de empleo. Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, pronosticó una "recaída" del PIB por los "recortes sociales y de la inversión pública" y por el "éxito" de la huelga general del 29-S.

Las claves.

La economía española salió de la recesión en el primer trimestre al crecer un 0,1%. En el segundo lo hizo en un 0,2% trimestral, lo que deja la caída interanual en dos décimas.

El consumo fue determinante para el alza del PIB. Claves: las compras anticipadas para esquivar la subida del IVA y para aprovechar el fin de las ayudas públicas a los coches.

La trascendencia del crecimiento español en el segundo trimestre radica en que se produjo pese a los ataques de los especuladores internacionales contra la deuda española.

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