El año pasado se iniciaron 30.708 causas por violencia de género, un 12% más que en 2007, y se dictaron 5.120 sentencias, 1.979 condenatorias, pero la Fiscalía insiste en que el gran problema es la negativa de las víctimas a denunciar. A ello se unen las que retiran la acusación, que han pasado de 38 a 200 en un año.
En su memoria anual, la Fiscalía especializada en violencia de género señala un incremento "notable" de las retiradas de acusación, de hasta un 81%. Hasta 200 víctimas se retractaron y otras 378 rechazaron declarar acogiéndose al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que dispensa de hacerlo contra parientes y cónyuges. En total, 578 acusaciones retiradas, un 52,9% más que en 2007, una dificultad añadida a la que la Fiscalía ya señala por la negativa de las víctimas a denunciar: "Frente a ello sólo podemos acudir a la solidaridad social, es decir, del tercero que decide denunciar una situación ajena pero que como testigo conoce".
Son varias las fiscalías provinciales que se quejan de que los jueces archivan las causas o absuelven al imputado cuando la víctima se retracta o se niega a declarar, decisiones que el Ministerio Público recurre apelando al artículo 730, que permite usar en el jucio oral diligencias practicadas en el sumario aunque no puedan ser reproducidas.
Los fiscales también se quejan del archivo de causas cuando la víctima reanuda el contacto con el agresor aunque éste tenga acercarse o comunicarse con ella, al recordar que la jurisprudencia marca que "el consentimiento de la víctima no excluye el delito". En 2008 hubo un descenso del 29% en las órdenes de alejamiento acordadas (1.891) y se solicitaron un 8% menos órdenes de protección (4.201).
Con todo, el número de procedimientos sigue en aumento y destacan los maltratos ocasionales, seguidos de las amenazas y las lesiones. El año pasado se abrieron cinco causas por homicidios o asesinatos (uno consumado y cuatro intentos), al tiempo que la memoria fiscal da cuenta de siete condenados a entre 15 y 23 años de prisión por matar a su pareja o ex pareja.
