En pleno corazón del parque natural de la Sierra Norte se enclava San Nicolás del Puerto, una tranquila localidad a orillas del río Huéznar. Cada año, desde hace doce ya, sus apacibles calles se ven inundadas por el miedo durante un fin de semana del mes de julio. Todo ello gracias al Ayuntamiento, organizador de la Noche del Terror, que ha conseguido atraer a más de 5.000 personas en estos tres días. Lucía, personaje clave en la historia de La Noche del Terror. La escenificación de este año es una adaptación de El Crimen del Huéznar, obra del escritor local Manuel Sánchez Chamorro. En la historia, Sebastián Cumbreño narra el crimen de la niña Isidora, que apareció «con el vientre rajado y las tripas al aire» en la orilla del río, tal y como su abuelo y Rufino Sanabria cantaban rememorando un romance antiguo. De la misma manera que su hermana Lucía había pintado con todo lujo de detalles. Con la ayuda de Sebastián, el tío Juan el de los Lunes, un siniestro personaje local, es declarado culpable, aunque su ejecución no consigue convencer a nadie. Un intrincado misterio que quedará resuelto al final del recorrido por este pasaje del terror al aire libre. Además de la historia, esta actividad cuenta con un especial añadido. «Es el entorno en el que se desarrolla lo que hace especial La Noche del Terror de San Nicolás», explica su recién estrenado alcalde, Juan Carlos Navarro. «El agua, el bosque galería y las márgenes del río suponen un escenario privilegiado». En esa misma idea redunda la concejal de Cultura, Concha Murillo, que basa en ello parte de su éxito. «San Nicolás tiene un entorno privilegiado: las cascadas del Huéznar, la única playa fluvial de Sevilla, el Cerro del Hierro... La gente que nos visita viene desde bien temprano, pasa el día en la playa y, si no tiene entrada, disfruta del ambiente y del resto de actividades». El pueblo adornado, el pasacalles de seres demoníacos jugando con fuegos de artificio, un mercado en el que se mezclan objetos esotéricos y mágicos con productos artesanos y gastronomía de la zona, y la música del grupo Bajocuerda completan la oferta lúdica de este fin de semana. Animación de calle interactuando con el numeroso público. Foto: Francisco J. Domínguez «La iniciativa surge en el año 2003, dentro de un programa para la juventud, como alternativa al botellón y fomento del ocio sano», explica el técnico de Cultura, Juan Antonio Hidalgo. De las 150 personas que disfrutaron de la actividad en aquella primera edición en 2014 se han superado las 2.000, todo ello fundamentado en un arduo trabajo, en el que todo el pueblo se vuelca. La actividad empieza a gestarse en noviembre, cuando comienzan las reuniones, dos por semana, para elegir la historia, plantear el recorrido, la ambientación... De ahí a trabajar, en los días previos, «de siete de la mañana a diez de la noche sin descanso», según Rosa, una de las voluntarias de la actividad.
- En esta edición, por primera vez, La Noche del Terror ha contado con actores profesionales. Sin embargo, tanto alcalde como la concejal coinciden en resaltar la impagable labor del voluntariado, 120 personas, lo que supone un 20 por ciento de una población de poco más de 600 habitantes, entregada sin descanso a esta actividad. Y no sólo cuentan con voluntarios locales, personas de otros municipios también ofrecen su colaboración, como Fernando Gómez, vecino de Écija, e implicado desde los primeros años: «En 2003 me encontraba aquí de vacaciones, y una noche oí gritos, sin saber de dónde provenían. Cuando pregunté, me explicaron de qué iba la actividad, y desde el año siguiente he estado aportando todo lo que he podido como voluntario». El taller de empleo local Quercus también ha colaborado con la venta de entradas y la información turística. «Y los trabajadores municipales, desde el tesorero al monitor, pasando por el funcionario y por los operarios, todos han dado el 200 por cien. Todos colaboramos como técnicos de iluminación, de sonido, adornando, ... Somos un pueblo con pocos recursos donde la imaginación y la colaboración entre todos es lo que da resultados», puntualiza el alcalde. Y muy buenos resultados, ya que para el centenar de pases 50 cada día las entradas anticipadas se agotaron poco después de ponerse a la venta. Y para la venta en taquilla 200 entradas cada jornada ha habido colas desde el mediodía.