Alerta, alerta!!! Están gritando algunos desde hace un par de días avisando que se aproxima la crisis cofradiera. Y no me refiero a la de Fe, ni a las lecciones que un hermano mayor nos ha querido dar llamando “rancia” a media ciudad, por no estar de acuerdo con su decisión en el Viacrucis. Afortunadamente, la Fe sigue gozando de buena salud en esta ciudad. A todo esto, que me voy por las ramas, me refiero a la noticia inesperada de que por vez primera se han reducido las peticiones de sillas para la Semana Santa.
Pero no debemos alertarnos, es normal. Todo es un reflejo de la difícil situación por la que estamos atravesando. Bastante hemos aguantado con la que está cayendo, más aún porque a razón de una media de 100 euros la silla (mucho más si nos vamos a Tribuna de Campana), figúrense... Pero aún así, los datos hay que examinarlos con calma y ver que, pese a todo, y a pesar de haber bajado las peticiones un 23%, se han registrado 5.700 solicitudes, es decir, se han pedido 17.000 sillas nuevas, la mitad de las que hay hoy día en la Carrera Oficial, según nos adelantó en estas páginas el que manda en este cuerpo de ciriales, Pepe Gómez Palas. Además, de las 900 sillas disponibles, 700 corresponde a cesión por un año, no a pérdida de titularidad. O, lo que es lo mismo, no las quieren soltar esperando que pase el chaparrón y que el año que viene la cosa venga mejor.
No obstante, propongo desde estas líneas pensar en un Plan de Acción de Apoyo a la Semana Santa porque, aunque aún somos autosuficientes, muchos gremios que se aglutinan en torno a nuestra Semana Mayor, empiezan a pasarlo mal al bajar de forma considerable el nivel de gasto de las hermandades, de los ciudadanos y de los visitantes. No debemos dejar que caiga en el olvido que, según el estudio que hicimos en su día en la Delegación de Fiestas Mayores, la Semana Santa genera anualmente 190 millones de euros a la ciudad. Quizá sea el momento de tender una mano amiga por el bien y por el futuro de esta fiesta.
