Por María José Atienza Miembros de comunidades religiosas cristianas y musulmanas se encontraron en la iglesia de San Jorge en Bagdag para vivir unos momentos de oración común. Bajo el lema No existe Irak sin cristianos, estas comunidades celebraron la vigilia de fiesta de la Trasfiguración y de la Jornada mundial de oración por Irak, que se celebró ayer en todo el mundo, especialmente en los territorios ocupados. Exponentes de la sociedad musulmana, funcionarios de la administración de la capital y de las ciudades limítrofes, personalidades cristianas y simples fieles se reunieron en la iglesia para rezar por la paz y pedir el deseo de la «unidad y la solidaridad» para el país. Durante este encuentro se realizó una oración particular por los cristianos de Mosul, primeras víctimas de la avanzada de las milicias del estado islámico que han impuesto un califato islámico regido por la Sharía y en el que los cristianos están siendo duramente perseguidos, lo que ha provocado un éxodo masivo de estas comunidades cristianas. Durante esta vigilia, musulmanes y cristianos exhibieron banderas de Irak, portaron velas y cantaron juntos himnos de paz, manifestando el apoyo a los cristianos que viven un momento de grave dificultad, como ha recordado el Patriarca de Babilonia de los Caldeo, Louis Raphael I Sako. El papa Francisco, que ha podido conocer de primera mano la situación de estas comunidades cristianas a través del Patriarca ha subrayado su profundo «shock por cuanto está sucediendo en el país» al conocer cómo en Mosul las personas «fueron erradicadas» de sus territorio de origen, «depredadas y humilladas a causa de su propia fe cristiana». Para el Patriarca de Bagdad, actos como estos «podían suceder 2.000 años atrás, pero no hoy», porque «no pertenecen a nuestra ética y a nuestras tradiciones». Por esto invitó a los presentes, sin distinción de credos religiosos, a «permanecer unidos» para «salvar a la nación y proteger la vida de las personas inocentes». En este sentido, el Patriarca Louis Raphael I Sako recordó que Irak atraviesa en estos momentos una fase crucial de su vida y de su historia y es siempre más necesaria una «solidaridad a nivel nacional, regional e internacional» para frenar el conflicto, las muertes, la fuga de civiles inocentes. El Patriarca se ha dirigido a los líderes islámicos para pedir «actsuaciones claras y netas de condena por lo que está sucediendo». El encuentro de oración finalizó con la denuncia de la lógica de división en base a la raza, etnia o credo religioso. Musulmanes y cristianos afirmaron: «Estamos todos unidos por Irak, nuestra madre patria e Irak es para todos nosotros».
