No se conforma con ser "simplemente una intérprete". A ella le gusta el espectáculo y, sobre todo, el directo, el contacto con el público. Cristina Llorente es una cantante y compositora de 22 años que acaba de publicar su primer disco, Permiso para ser yo, a través de su sello, Hanna Producciones, pero con el aval de Warner Music, que está distribuyendo su debut discográfico, un álbum producido por Javier Muñoz y Pepo Sherman (que ha ganado tres Grammys con Alejandro Sanz y otro con el Papito de Miguel Bosé). El disco está compuesto por once temas en los que ha compuesto tanto la letra como la música. "Son once canciones entre el pop y el pop dance, con muchas influencias de la música pop y rock británica de los 80, con dos temas en inglés".
Pese a su juventud, Cristina, cuyos gustos van de los clásicos del soul a Depeche Mode, Eurythmics o Justin Timberlake, tiene ya una larga trayectoria en el mundo del show business. Empezó su formación a los 9 años y desde entonces se ha preparado a conciencia, ha sido protagonista de varios musicales (el año pasado fue nominada a Mejor actriz protagonista en los premios Max por su papel en Antígona) y ya tiene ofertas para hacer cine musical en 2009. Su experiencia sobre las tablas le ha dado la plataforma adecuada para prepararse para los conciertos y este verano se irá de gira con Los 40.
Con esta formación, es difícil tomarse a broma a una debutante: "Estamos acostumbrados a artistas de consumo rápido, todos cortados con el mismo patrón y para ser artista hay que currárselo durante mucho tiempo", dice, de ahí que admire a otros jóvenes cantantes como Jamie Cullum o Joss Stone, "que apuestan por una carrera de fondo, por la calidad".
