Cristo de Burgos, Parroquia de San Pedro Foto: Carlos Hernández.
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Con la calma de no tener que estar temiendo al cielo, la Hermandad delCristo de Burgos pudo cumplir sin sobresaltos ni carreras malos recuerdos dejó el ya olvidado 2013 su estación de penitencia, aprovechando para lucir los recién restaurados respiraderos bordados y los candelabros de cola del palio.
Tras la concurrida salida de la Iglesia de San Pedro, el cortejo de penitencia de ruán negro acompañó el elegante discurrir de los 450 hermanos hasta la entrada encarrera oficial, donde el Santísimo Cristo de Burgos y la imagen de la Madre de Dios de la Palma fueron recibidos por una saeta de José Pérez Leal ElSacri. La música de capilla que arropó al Cristo de Burgos en su discurrir, así como la banda del maestro Tejera, que hizo lo propio con un delicioso repertorio dedicado al paso de palio, consiguieron ese alambicado maridaje entre la devoción y la admiración escultórica que no todas las cofradías son capaces de alcanzar.
Se debe mencionar la presencia una vez más del alcalde de la ciudad castellana, Javier Lacalle, que presidió el cortejo del paso del Crucificado que, adornado por un lecho de claveles rojo sangre, este año sí conquistó la calle Alcaicería.
