Cultura

Críticas de la 4ª Jornada del Festival de Cine Europeo

Reseñas de 'Stray Dogs', 'Sacro Gra', '10.000 noches en ninguna parte' y 'Stop the pounding heart'

el 11 nov 2013 / 23:30 h.

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Stray Dogs (* * *) Sección Oficial. Taiwán-Francia, 2013. Director: Tsai Ming-Liang. Intérpretes: Chen Shiang-chyi, Lee Kang-sheng, Lee Yi Cheng, Lee Yi Chieh, Lu Yi Ching. José Serrano Rodríguez Por José Serrano Rodríguez Los festivales de cine tienen la ventaja de que cada día que vemos una película nos asomamos a una ventana abierta que nos permite mirar lo que sucede, lo que ocurre en otros continentes, en otros países y en otros territorios o lugares. También nos ayuda a ver lo que han construido o creado otras personas: nos ayuda a saber lo que ven y cómo lo ven, a saber cómo lo sienten, o cómo lo imaginan o lo exteriorizan. Ayudan de igual modo a conocer otras sensibilidades, otras formas de mirar, de sentir, de entender o de comprender el mundo. El cineasta malayo Tsai Ming-Liang, que en España se dio a conocer con la polémica, extravagante y multipremiada El sabor de la sandía (2005), propone ahora con Stray Dogs otra mirada sobre la crisis que soporta el mundo actual, y lo hace a través de una historia poética a la par que fantasmal. Da igual que estemos en Europa o fuera de ella, la crisis golpea de la misma manera y siempre a las personas y colectivos más desfavorecidos. En esta película un hombre al que acaba de dejar su mujer y que trabaja sujetando un anuncio en una concurrida calle de Taiwán lucha por sobrevivir con sus dos hijos viviendo en condiciones lamentables en el extrarradio de esta gran ciudad. Esta situación nos la cuenta Ming-Liang con la cámara totalmente  anclada al suelo simulando unos ojos que miran y te observan sin ninguna prisa. Unos ojos que se detienen en mirar muy de cerca y con calma la penosidad que soportamos en los trabajos basura, los mismos que se rinden cuando encuentran la tranquilidad de los espacios cerrados, y esos otros que abrimos cuando nos encontramos ante el colorido de un fabuloso festín. Es una película tan diferente que asusta. Ming-Liang se tira completamente al vacío utilizando un tempo narrativo casi inédito, exasperante, tan arriesgado que consigue traspasar el dolor y la impotencia de unos personajes a los que sólo les queda como recurso utilizar la imaginación. Sacro GRA (* *) Sección Oficial. Italia-Francia, 2013. Dirección: Gianfranco Rosi. Por Juan José Roldán Controvertida y hasta polémica ganadora del León de Oro en el pasado Festival de Venecia, no sólo por tratarse del primer documental que lo hace sino también por sus discutibles valores cinematográficos, la visión de la película de Gianfranco Rosi no hace sino confirmar ese temor, que no es la genialidad que promete. Con la autopista de circunvalación de Roma como excusa –la GRA (Grande Raccordo Anulare) del título–, Rosi teje un mosaico de personajes y experiencias alrededor de la misma con el supuesto fin de erigirse en testimonio de nuestra época, si bien no acierta más que a acumular situaciones con momentos aislados de interés. Así el jubilado que investiga el efecto de las plagas en las palmeras, el enfermero que mima a su madre, o el sabio que reflexiona ante la paciencia abrumadora de su hija, son los episodios más logrados y eficaces de un ejercicio en el que no pueden faltar prostitutas de carretera. En última instancia se pretende aglutinar especimenes extraídos de una Italia que ya no es la de la Via Veneto de La Dolce Vita, sino que está globalizada como el resto de nuestra civilización, sin apenas entidad propia, marcada por una alarmante falta de elegancia aunque entre sus habitantes se mantengan sombras de un pasado surrealista entre las que destacan esas mujeres concentradas para rezar y ser testigos de supuestos milagros, algo que no tiene remedio en la ciudad que alberga la morada del Sumo Pontífice. 10.000 noches en ninguna parte (*) Sección Oficial. España, 2013. Director: RamónSalazar. Intérpretes: Andrés Gertrúdix, Susi Sánchez, Rut Santamaría, Lola Dueñas, Paula Medina, Najwa Nimri J. S. R Tras el éxito conseguido con su cortometraje Hongos (1999), el malagueño Ramón Salazar da el salto al largo con Piedras (2002). Su segundo largometraje, 20 Centímetros, (2005), en el que se atrevía con el musical, pasó bastante más desapercibido. Estos últimos tiempos se ha centrado más en su faceta de escritor de guiones abandonando un poco las labores de dirección. Es el autor de la adaptación al cine de dos de los best-sellers del italiano Federico Moccia, Tres metros sobre el cielo (2010), película española más taquillera de ese año, y la algo menos comercial e idénticamente juvenil Tengo ganas de ti (2012). Según cuenta fruto del largo trabajo que viene realizando estos años en la formación de actores y actrices le surge la necesidad de poner en marcha la película 10.000 noches en ninguna parte. En ella un chico de 27 años de vida anodina y familia problemática decide realizar un viaje a tres ciudades. En Madrid luchará con la realidad cotidiana y la convivencia con una madre alcohólica y los desplantes de una hermana irascible. Para el viaje a Paris se reservará el encuentro con una vieja amiga de la infancia que le conduce a un mundo de fantasía, y por último, en Berlín se unirá a tres personas que forman una nueva y original unidad familiar y que miden y viven la vida por días y no por años. Crea Ramón Salazar con la historia de este chico la suerte de un viaje astral o real de descubrimiento y superación continua. Al que esto firma se le antoja claro y definido en su primera hora de metraje, después el realizador se deja arrastrar por el caos y la creación de imágenes poéticas y reiterativas que poco aportan. Una lástima porque la historia prometía y con esas ínfulas autoriales de ida y vuelta sólo consigue alejarnos y abandonarnos al tedio y a la desesperación. Pero poco nos importa como termine el protagonista si en su camino se cruza Nawja Nimri para desgarrarnos con su breve, emotiva y desoladora confesión. Stop the Pounding Heart (* * * *) Las Nuevas Olas. USA-Italia-Bélgica, 2013. Director: Roberto Minervini. Intérpretes: Sara Carlson, Colby Trichell, Tim Carlson, LeeAnn Carlson J. J. R. Presentada en la sección oficial del pasado Festival de Cannes, Calmad el corazón agitado es una bellísima historia de amor con una estructura narrativa fresca y original. El realizador Roberto Minervini y el director de fotografía Diego Romero han urdido este documental devenido en ficción dramática en torno a una familia de granjeros en Texas y un grupo de cowboys de rodeo. Con un mimo extraordinario sobre el detalle y una sensibilidad exquisita, nos cuentan la historia de cortejo entre una joven de belleza medieval y un aguerrido jinete de frágil complexión física e insuficiente madurez sentimental. La trama se desarrolla en un contexto en el que la religión, edificante y poco castradora, marca el hilo conductor de un comportamiento humano del que se extraigan todas las consecuencias prácticas para disfrutar de una vida placentera y pacífica, en el que el amor a los animales, el diálogo en familia y el regreso a las cosas esenciales de la vida en perpetua comunión con la naturaleza, se convierten en carta de cambio para una convivencia ejemplar y un aprendizaje vital emotivo y saludable. El proceso amatorio es expuesto con tanta clarividencia como ternura, mientras sus artífices hacen una estupenda crónica de la situación sin  juzgarla y con la complicidad de unas excelentes interpretaciones dentro de un elenco que aunque no profesional realiza un trabajo impecable de composición.

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