El desconocido del lago (* * * *) Sección Oficial. Francia, 2013. Director: Alain Guiraudie. Intérpretes: Pierre Deladonchamps, Chistophe pou, Patrick D´Assumçao, Jérôme Chapatte.
José Serrano Rodríguez
Alain Guiraudie presentó en la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes en 2001 su primer largometraje Ce vieux rève qui bouge que también obtiene el premio Jean Vigo de ese año. Sus últimas películas Le roi de l´evasion (2008) y L´inconnu du lac (2013) participan también en dicho festival, obteniendo la segunda el Premio a la Mejor Dirección. La trama de El desconocido del lago se localiza en los alrededores de un lago rodeado de una exuberante vegetación, allí acuden hombres a bañarse, a tomar el sol o a practicar cruising. Se trata de un espacio paradisíaco donde cada uno disfruta de su sexualidad sin tapujos y sin problemas en contacto con la naturaleza.
La historia cuenta la relación que se establece entre Franck con un hombre maduro, Henri, que pasa todas las tardes sentado a la orilla del lago y Michel un atractivo desconocido que comete un crimen y con el que Franck va a mantener un idilio. ¿Existe una frontera entre la amistad, el amor el deseo? Guiraudie quiere hablarnos de las dificultades que tiene vivir este tipo de relaciones y cuestiona los finísimos hilos que permiten diferenciarlas. Un trabajado guión consigue cruzar, sin que se le vean las costuras, una curiosa historia de amor con otra de tensión y miedo. Acierta el director al contarnos el dilema personal del protagonista en una trama sencilla y emocional. Por otra parte nos encontramos con una película igualmente atrevida al mostrar el deseo que se genera en la relación que se produce entre estos dos hombres. Va más allá llegando incluso a mostrar escenas de alto contenido erótico en las que se puede ver sexo explícito, escenas que engrandecen el discurso y que están rodadas de tal forma que no escandalizan. Logra emocionarte y mantenerte en tensión a partes iguales y al final como toda buena película deja abiertas las puertas para que cada cual las cierre en el momento que lo considere oportuno. un agradable y placentero relax.
Class enemy (* * *) Las Nuevas Olas. Eslovenia, 2013. Director: Rok Bicek. Intérpretes: Igor Samobar, Natasa Barbara Gracnar, Tjasa Zeleznik, Masa Derganc.
J.S. R.
El Estado de Bienestar supuso la extensión de la educación a todas las clases sociales y la ruptura de la estructura elitista de los sistemas educativos anteriores, se implantaba gracias al progreso una educación común para toda la población que incluía un currículo común y olvidaba una selección temprana del alumnado. Estas últimas décadas ha sido el momento de la escuela comprensiva que aparecida en los años cincuenta trataba de hacer efectiva una política educativa orientada a expulsar de la escuela la reproducción de las desigualdades sociales y educativas. La educación pública fruto de este Estado de Bienestar se basaba en unas determinadas ideas y valores históricamente ligados a su génesis: justicia social, laicismo, pluralismo, formación de la ciudadanía, igualdad, participación y modernización, entre otros.
Para su primera película el director esloveno Rok Bicek echa mano a su propia experiencia personal para mostrarnos la evolución de esa política educativa que antes mencionábamos y para ello, se fija en el conflicto que se produce entre el alumnado de un curso de bachillerato y el nuevo profesor de alemán que viene en sustitución de la profesora titular de baja por maternidad.
Robert, el nuevo profesor, utiliza una metodología de aprendizaje basada en el esfuerzo, el orden y la disciplina, una metodología totalmente contraria a la que en estos últimos años se viene trabajando en clase, hecho que termina granjeándole el apodo de el nazi por parte de muchos de sus alumnos. Dos posiciones radicalmente enfrentadas que marcarán las diferencias aún más cuando se produce el suicidio de una de las alumnas del centro. Sólo la ética profesional y el posicionamiento claro de apertura al diálogo del referente adulto, un excelente Imo Samobar, conseguirán hacer reflexionar a esas mentes jóvenes viciadas por un sistema que sólo les ofrece desidia y un agradable y placentero relax.
Les salauds (* *) Sección Oficial. Francia-Alemania, 2013. Director: Claire Denis. Intérpretes: Vincent Lindon, Chiara Mastroianni, Julie Bataille.
Juan José Roldán
Apesar de contar con una extensa filmografía, Claire Denis apenas se dio a conocer en nuestro país hace dos años con Una mujer en África. Su última película, Les salauds (Los bastardos) se pasó por Cannes antes de estrenarse en Francia. Se adscribe a una tradición de género muy cultivado en el país galo con directores como Henri Verneuil, Gérard Oury o Jacques Deray; de hecho no resulta difícil identificar a Vincent Lindon como sucesor, aunque menos popular, de estrellas del cine negro francés como Jean-Paul Belmondo o Alain Delon.
Pero Denis no se conforma con el puro entretenimiento y lleva el género al terreno que le interesa, que es la denuncia del machismo y el reflejo de la mujer en la sociedad actual. Un cocktail en el que se mezclan, sin agitar, intrigas familiares, violencia contra la mujer y procedimientos mafiosos, pero que genera un producto que no acaba de cuajar, especialmente por un ritmo premioso y torpezas varias de realización. Por otro lado no queda bien reflejado el papel que desempeña la mujer en esta intriga criminal, con una hermosa Chiara Mastroianni exhibiendo fuerza y decisión sólo para mantener lo que ya tiene y que no le priva de ejercer cierta forma de sumisión. Merece no obstante por mostrar ese mundo execrable en el que todo vale por rendirse al Dios dinero, donde no existen principios éticos ni morales y los valores más intocables se pierden inexorablemente.
Aabama Monroe (* *) Selección EFA. Bélgica-Holanda, 2013. Director: Felix Van Groeningen. Intérpretes: Veerle Baetens, Johan Heldenbergh, Nell Cattrysse, Geert Van Rampelberg.
J. J.R.
La película revelación del cine europeo de este año, con cinco nominaciones a los Premios Europeos incluidas, es un híbrido entre el melodrama desmelenado y el musical country. Mezclar una trama terriblemente trágica con alegres canciones y números musicales no es ninguna novedad. La música siempre ha supuesto una evasión ante la adversidad, y eso lo sabían muy bien la gente de la radio cuando en América estalló la Gran Depresión del 29.
Pero la estrategia ahora es otra y se revela mucho más manipuladora y obscena en su afán de acumular tragedia y poner sobre la mesa temas tan serios y controvertidos como la eterna lucha entre la fe y la ciencia para explicar y entender eso que por mucho que progresemos parece que nunca alcanzaremos a comprender, la muerte. Pero el joven director de esta cinta no se compromete y no emite ninguna postura, dejando que sea su protagonista masculino el que exhiba rabia y valentía, mientras la mujer se limita al papel clásico de víctima. Lo peor es que todo el conjunto va de moderno y progresista, allí donde sólo se acumula una visión muy convencional y conservadora de la vida, el amor y la muerte. Cierto que la pareja protagonista hace un trabajo excelente. Tampoco se le puede negar pericia a la hora de rodar, una excelente planificación y unos números musicales que son lo mejor de la función.
