Una automática de 9 milimetros parabelum y un revólver magnum 357. Éstas eran las armas que portaban los etarras en el momento de la detención. El amplio dispositivo montado por las autoridades francesas en gran parte del sur del país comenzó con el intento de robo de un coche el pasado lunes cerca de Périgueux. La mujer arrestada se había coloreado el cabello, de rubio a moreno, algo que resultó finalmente útil para identificarla. Así, tras registrar el coche en el que huyeron, se encontró dicho tinte en el interior del vehículo.
La Policía también encontró un billete de autobús en manos de la detenida y con fecha del día 2. Todo parece pues indicar que estos dos miembros del comando se desplazaron desde la zona en la que perpetraron el atentado hasta donde han sido detenidos, atravesando el sur de Francia desde el oeste hasta el centro del mismo.
La Policía les había estado siguiendo la pista en su huida hasta que finalmente procedió a detenerlos cerca del hotel en el que habían pasado la noche. Los dos supuestos etarras tuvieron el martes por la noche un accidente de tráfico cerca de Toulouse y ayer por la mañana, antes de ser capturados, intentaron coger un taxi para proseguir con su huida.
Las detenciones tuvieron lugar exactamente a las 12.20 de ayer en la localidad de Chateneauf de Randon, cuando los dos terroristas no lograron escapar a un control establecido por la Gendarmería francesa cerca del hotel. Ahora, las fuerzas de seguridad galas investigan los datos que pueda ofrecer un Clio verde que fue encontrado abandonado el martes en la zona de Les Ternes.
La detención se produjo en una parada de autobús y, aunque la pareja llevaba las pistolas cargadas, no ofreció resistencia a la acción de los gendarmes. Ambos supuestos etarras llevaban consigo documentación falsa.
