Basta darse una vuelta por las obras que se desarrollan en Sevilla para comprobar que los primeros datos positivos del paro en 14 meses no aumentan las expectativas de los peones de la construcción, el sector más lacerado por la destrucción de empleo.
Para empezar, en dos pequeñas obras de entubado elegidas al azar como muestra, en el entorno del puente del Patrocinio, ninguno de sus empleados ha adelgazado en el último mes las listas del paro. Eso sí, todos ellos -como Vicente Leal, José Luis Ruiz u Óscar Sánchez- confesaron estar muy preocupados por el día siguiente a la finalización de las obras, dentro de pocos días en ambos casos.
"Gracias a dios todavía no he tocado el paro, pero no voy a tardar mucho", tiembla José Luis Ruiz, preocupado además porque la alternativa a la construcción, el trabajo en el campo en Villaverde del Río, también ha fallado en sus previsiones y no podrá refugiarse allí. "Yo no pienso en cuándo me voy a quedar sin trabajo. Si pensamos en eso... pero es que obras no hay, y ahora mismo acaba una obra y echan a toda la gente a la calle. Cualquier día le puede tocar a uno", se tienta la ropa su compañero Óscar Sánchez.
En pocos días está previsto que empiece el rosario de obras de los planes anticrisis del Gobierno y la Junta, que deben tirar hacia abajo de los números del paro en una provincia, la de Sevilla, en la que la estación veraniega no supondrá la creación de puestos temporales para atender las vacaciones. Antes al contrario, con el fin de la actividad en verano pueden llegar, se temen los trabajadores, nuevos cierres de empresas. Las cifras por primera vez son positivas, pero eso no ha calado aún en forma de optimismo.