Las diputadas afirman que sus compañeros varones en la Cámara Baja lo tienen "más fácil" que ellas para conciliar, al tiempo que destacan la educación como eje "fundamental" para que la corresponsabilidad entre hombres y mujeres sea un hecho.
La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, tiene un hijo de siete años, y asegura que ella, "como la mayoría de las mujeres", asume el peso de todo lo que conlleva su vida familiar, de hecho, en las semanas de Pleno, antes de viajar hasta Madrid, deja a su pequeño en el autobús del colegio, llena el frigorífico y deja en casa "todo organizado".
El tiempo que necesita para todo esto y, además para cumplir con sus obligaciones como diputada "lo rasca" de las horas de sueño. "Duermo menos de lo que necesito", reconoce.
La portavoz adjunta de Educación del grupo popular, Andrea Fabra, advierte de que el problema de la conciliación afecta a todas las mujeres por igual, independientemente de si ocupa un cargo más o menos importante o la profesión que tenga.
Con tres hijos de cinco, cuatro y un año y casada con el consejero madrileño de Sanidad, Juan José Güemes, Fabra asegura que ambos comparten "a partes iguales" las tareas de la casa aunque añade que compatibiliza su trabajo y su vida personal "con dificultad" porque tiene que recurrir "permanentemente" a la familia cuando ni ella ni su marido "son capaces de llegar".
El hijo de la portavoz de Vivienda del grupo socialista Ana María Fuentes fue por primera vez a un Pleno del Congreso con 20 días, según cuenta su madre, que explica que las diputadas una vez que dan a luz se incorporan a su puesto de trabajo cuando se encuentran "físicamente medio bien", ya que su escaño no se puede sustituir y deben asistir de forma inmediata.
La portavoz de CiU de Cultura y TVE, entre otras comisiones, Montserrat Surroca, quien tiene dos niños de seis y cuatro años, comenta que reparte la responsabilidad con su pareja aunque es consciente de que no ocurre así en la mayoría de la sociedad y lamenta que a pesar de que se haya avanzado en igualdad, España esté "retrasada" con respecto a las políticas de conciliación.
"Creo que hay muchos tópicos que se han interesado que se mantengan como el utilizar el instinto maternal de escudo para que sean las mujeres las que tengan que sacrificar su trabajo", asevera Surroca, quien espera que sus hijos continúen con su ejemplo de corresponsabilidad.
En el mismo sentido se expresa la diputada socialista María del Mar Arnaiz, con dos hijos de nueve y diez años, quien añade que hay que "encarrilar" a los hombres para que contribuyan a hacer real la corresponsabilidad.
Para ello, las diputadas apuntan a la educación como una de las herramientas para que definitivamente los hombres no sólo ayuden a la mujer sino que compartan al cincuenta por ciento sus responsabilidades familiares.
Así, entre biberones, guarderías, proposiciones de ley, comisiones y plenos, todas ellas reivindican que la batalla por la igualdad no sólo concierne a las mujeres, sino que es una cosa que se debe hacer entre todos.