Ana y Javi llegan al cole de la mano de su padre, donde entran sin soltar una lágrima. Hasta aquí todo sigue la norma, pero solo hasta aquí, porque estos dos pequeños, que están a punto de cumplir los dos años, no asisten a un centro educativo convencional o al menos como el que todos tenemos en mente cuando hablamos de colegios.
El suyo tiene la particularidad de que se sitúa en plena naturaleza en un rincón privilegiado del Aljarafe, en la localidad de Espartinas. Ubicado en una amplia finca con 32 hectáreas, su proximidad a las instalaciones de una granja escuela en un paraje de olivos, viñedos y naranjos es uno de sus principales atractivos a la vez que pieza fundamental en el eje de su filosofía, que apuesta por la educación creativa, a través del arte.
Como explica Gema Gamir, responsable del proyecto junto a Nuria Carmona, creemos que el actual sistema de enseñanza inhibe la creatividad. La formación y trayectoria de ambas como psicólogas, pero sobre todo su experiencia como madres, les llevó a crear este centro en el que el principal objetivo es potenciar el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. El aprendizaje es el mismo, los pequeños también aprenden a leer y a escribir, la diferencia es cómo y dónde lo hacen, explica Gamir.
De este modo, en Educarte los niños no realizan las típicas fichas a las que todo estamos habituados. Entonces, ¿cómo es un día en Educarte?: Aunque hay flexibilidad, nuestro horario es de 9 a 14, los pequeños llegan y pueden desayunar el pan que ellos mismos hacen, nos reunimos y charlamos. Además, hay rincones pero algo más especiales, como el de los poemas o el de la meditación y la fantasía guiada, y también tenemos nuestro propio huerto. Otra característica del centro es que los niños no están divididos por edades. Eso no es la vida real, argumenta Gamir, que señala que la base de toda esta ideología que bebe de la psicología de la Gestalt, y autores como Freinet, Waldorf, Montessori y Francesco Tonucci es que todo surja de manera natural y espontánea.
Pieza fundamental en este proceso, para las fundadoras de Educarte es la participación de los padres. La gente que busca este tipo de centro tiene claro que ante todo quieren que sus hijos sean felices, relata Gamir, que añade que además, suele estar a favor de la crianza natural e incluso que se plantea el home schooling (educación en casa).
Al centro acuden niños de 0 a 6 años pero tienen las puertas abiertas a todas las edades ya que incluyen una amplia oferta de actividades alternativas, que se desarrollan por las tardes y los fines de semana, además de ofrecer formación en arteterapia para educadores y padres.
