La última jornada del curso sobre Envejecimiento activo y plenitud vital, llenó las aulas de la Olavide en Carmona de la esperanza de que tras la jubilación aún queda mucho por hacer en la vida de nuestro mayores. Fue José Luis Cabezas, miembro del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Granada, quien lanzó este mensaje lleno de optimismo y vitalidad en el que quedó demostrado que en el trabajo con los mayores el único fin debe ser conseguir "su felicidad".
Su visión amplia de la materia, basada en el trabajo que realiza con los mayores en la Universidad de Granada, configuró el hilo conductor de una intervención en la que mostró las virtudes de la inteligencia emocional. "Se ha pensado que todo eran las habilidades de mente que poseen las personas, pero se ha demostrado con los años que los sentimientos no pueden dejarse al margen a la hora de trabajar con los demás", explicó. Sus palabras no sólo convencieron, sino que lograron la interacción de los presentes con distintos ejemplo visuales acerca de la diversidad humana.
Su mensaje vino a significar la importancia de que cada persona necesita que se trabaje con ella desde un punto de vista distinto. "A cada uno hay que hacerle un traje", dijo al respecto de esta multiculturalidad humana. Por ello, renegó de aplicar fórmulas que hayan triunfado en otros países o con otros grupos de personas, pues "para sentirse bien hay muchos ingredientes". En este sentido, Cabezas recordó que es muy importante enseñar "a aprender a comunicarse y relacionarse y a identificar las emociones de cada uno" porque en el momento de la jubilación hay muchas personas que sufren cierto "estrés", como en cualquier cambio brusco de la vida.
Para ello planteó la existencia del "bienestar objetivo y subjetivo." El primero se basa en la realidad física, económica, social que, sin ser muy relevante, condiciona el futuro de la persona. Sin embargo, aseguró que lo que finalmente resulta clave es cómo se siente la persona, el nivel de satisfacción sobre el tiempo vivido y cuáles son las mejores estrategias para salir adelante. Ante esto, señaló la importancia de "establecer metas" durante el periodo de la jubilación, para así asegurar el envejecimiento activo de la población.
La propuesta vital estuvo arropada por ejemplos prácticos, en los que Cabezas ha sido partícipe, como la importancia de las aulas de mayores, los hermanamientos universitarios, en especial como otros países, y las adopciones intergeneracionales, en las que los mayores acogen a los universitarios como parte de su familia. Al fin y al cabo, "la inteligencia emocional es cultivar la actitud de la persona".
