Cultura

«Cuando no puedes gritar, escribir te libera de lo que hay en tu interior»

La periodista de Canal Sur Maribel Fatou vio nacer su vocación literaria durante una enfermedad, de la que nació la novela 'Tres flores amarillas'. Ahora, de nuevo convaleciente, prepara la segunda parte.

el 06 abr 2014 / 21:45 h.

15644706 Maribel Fatou, una periodista decidida a dar el paso a la novela. / El Correo A veces la vocación literaria puede salir al paso cuando menos lo esperamos. Es lo que le ocurrió a Maribel Fatou, periodista de Canal Sur, cuando durante una larga convalecencia sintió la llamada de la escritura. Cinco años y muchos borradores después veía la luz su ópera prima como novelista, Tres flores amarillas, publicada por el sello Círculo Rojo y que, según ella misma asegura, «ha supuesto un éxito inesperado» hasta el punto de estar preparando ya una segunda edición. «Yo vengo de una familia de escritores. Mi bisabuelo ganó varios premios con uno de sus libros, y mi abuelo, que estuvo preso por su militancia comunista, también escribía y se lo transmitió a mi padre», explica esta gaditana de Ubrique afincada en Sevilla. «Aunque he escrito desde siempre, sobre todo poemas, relatos y cuentos infantiles, fue a raíz de que me diagnosticaran un cáncer de mama cuando me atreví con la novela. Estuve 18 meses sin salir de casa, con el sistema inmunológico muy bajo, pero como tengo una energía desbordante y leer no me saciaba, me puse manos a la obra», recuerda. La protagonista de la obra es Charlotte, «una obstinada joven de la aristocracia sevillana», que decidió pasar un fin de semana en Rota en contra de la voluntad de su padre. Allí conocería a James Whittenberg, el marine americano que la cautivará «bajo una cinematográfica promesa: hacerle el amor ante una chimenea en Colorado mientras contempla de fondo las Montañas Rocosas cuajadas de nieve». Entonces el presidente norteamericano Jimmy Carter prepara la operación Guerra del Águila para liberar a los rehenes del asalto a la Embajada de Teherán. James forma parte del destacamento que puede ser destinado a esta arriesgada misión y tiene que regresar a Estados Unidos. «La novela está basada en hechos reales, aunque con un porcentaje alto de fantasía», admite Fatou. «Todo novelista tiene algo de sus personajes, y sus personajes de él. Obviamente no soy aristócrata, y la fiesta por todo lo alto que describo en una mansión tuvo lugar en realidad en un humilde chalé del Aljarafe. Pero la historia de amor existió», asevera. Por otro lado, tras dos años de escritura y tres de correcciones –«hicimos hasta 27 versiones», cuenta–, la autora no duda en afirmar que «escribir Tres flores amarillas me sirvió como catarsis. Y también como terapia: cuando uno no puede gritar, escribir sirve para liberar todo lo que hay en tu interior. Los tormentos pesan menos», añade. «Yo me alimento mucho de literatura», prosigue la periodista y escritora. «Leo ávidamente y de todo, a Ken Follett, a Ildefonso Falcones, a Carlos Ruiz Zafón... Y también a Descartes y otras cosas raras que me gustan. Lógicamente, uno tiene siempre una válvula de escape en la escritura. En la novela expreso mi dolor y mi pánico. De la misma manera que se dice que los músicos caminan siempre con una canción en su mente, los escritores nos movemos por todas partes viendo personajes y situaciones novelescas». Respaldada por una amplia labor de documentación –Maribel Fatou viajó incluso a Estados Unidos para saber más sobre la época en la que ambienta su obra–, la autora se felicita de la buena acogida de Tres flores amarillas, que tiene más de 400 seguidores en su página de facebook y se ha vendido muy bien, afirma, en sus presentaciones en sevilla, Cádiz y Rota. Tanto, que una nueva convalecencia –esta vez por intervención de vesícula– le ha deparado el comienzo de una segunda parte, que llegará muy pronto a las librerías.

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