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Cuando sólo queda la foto

Zapatero zanja la crisis con Rabat sin profundizar en el conflicto con Melilla.

el 21 sep 2010 / 20:42 h.

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José Luis Rodríguez Zapatero conversa con el rey Mohamed VI el lunes en Nueva York.

La entrevista entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; y el rey de Marruecos, Mohamed VI, en Nueva York el pasado lunes de madrugada no produjo muchos resultados prácticos.


Como ya ocurriera el 23 de agosto cuando el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, visitó Rabat tras una sucesión de desencuentros y malentendidos con Melilla como protagonista que, incluso, mereció la intervención del monarca español.


Entonces y ahora el Gabinete español confió en la diplomacia para solucionar la crisis y evitar desavenencias futuras con el Gobierno alauí. Una diplomacia que evita poner Melilla sobre la mesa de trabajo: "La foto es lo más importante", señaló el presidente al Rey mientras posaban ante una nube de fotógrafos y cámaras de televisión.


Todo comenzó el pasado 16 de julio, en el puesto, fronterizo de Beni Enzar cuando cuatro marroquíes con pasaporte belga trataron de pasar a Melilla en un descapotable con una vistosa bandera y Marruecos denunció que dos policías españoles les instaron a retirarla; al negarse, las agentes llamaron a los antidisturbios, que los golpearon hasta que pudieron huir. España, por su parte, sostiene que las agredidas fueron las agentes tras rechazar los dos individuos a mostrarles la documentación alegando que Melilla era marroquí. Ese día se encendió la mecha. Después llegaron el comunicado de denuncia del Ejecutivo de Rabat, el bloqueo comercial a Melilla o los pancartas vejatorias contra las policías españolas en la llamada tierra de nadie -en la zona de 500 metros que separa ambos lados de la frontera-.


El lunes Zapatero y Mohamed VI pactaron -como 28 días antes acordó Rubalcaba en Rabat- mantener el "respeto" y la "buena voluntad" para superar los problemas que pueden tener dos países vecinos. En el encuentro que ambos líderes mantuvieron en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), una cita de alrededor de media hora, no entraron en detalles al hablar de Melilla, en cuya frontera se han registrado los últimos incidentes. "No ha sido necesario descender a ningún detalle", señaló Zapatero a los periodistas en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Aunque tal vez sí hubiera sido ne

cesario alguna concreción, ya que desde la tensión del pasado mes agosto, la normalización de las relaciones entre ambos países se ha visto dificultada ante el más mínimo incidente, como la agresión sufrida por un grupo de activistas españoles en El Aaiún (Sáhara Occidental), la visita que el 16 de septiembre realizó a Melilla el líder del PP Mariano Rajoy; así como la celebración del 513 aniversario de la españolidad de la ciudad autónoma.

El viaje que Rubalcaba efectuó el 23 de agosto a Rabat para reunirse con su homólogo marroquí, Taieb Cherkaoui, no arrojó demasiada luz ni sobre los supuestos abusos de la Policía española en Melilla, ni el boicot comercial ni los carteles vejatorios. Entonces, el propio ministro español dio por zanjada la crisis a pesar de que admitió a los periodistas de que el conflicto con Melilla nunca estuvo en el orden del día de aquel cara a cara. Rubalcaba dijo que ya había habido "aclaraciones del director general" de la Policía y la Guardia Civil. Pero selló la paz de forma contundente y con otra foto de portada: una audiencia no anunciada en el Palacio Real de Casablanca con Mohamed VI. Y a los medios de comunicación se vendió la puesta en marcha de comisarías conjuntas en Algeciras y Tánger, así como el aumento de los policías de enlace y la celebración de reuniones anuales entre los dos ministros de Interior y semestrales entre los mandos policiales. Además se reactivó el grupo mixto antidroga para luchar contra las nuevas rutas de entrada de drogas.


El encuentro del lunes tampoco aclaró demasiado: ni España preguntó los motivos del aumento de la crispación en torno a Melilla, ni defendió su españolidad y Marruecos no consideró necesarias dar explicaciones [que no le habían pedido] ni vio apropiado reclamar la soberanía de las ciudades autónoma ante el presidente de todos los españoles. Así que además de un repaso a las relaciones entre los dos países y analizar las prioridades conjuntas -inmigración, la Unión por el Mediterráneo, el Magreb y los proyectos económicos en materia de energías renovables-, la cita sirvió para poco más que acordar la celebración en Marruecos a comienzos de 2011 de la Reunión de Alto Nivel bilateral, encuentro con periodicidad anual que no tiene lugar desde 2008, y en anunciar (de nuevo) un "encuentro informal" entre el rey Juan Carlos y Mohamed V.

En definitiva, con la reunión del lunes en Nueva York, España da por aclarados y cerrados los conflictos con Marruecos. Dos fotos certifican la normalización de las relaciones... a la espera de una nueva desavenencia. La oposición aprovechó para criticar ayer a Zapatero y le avisó de que los problemas con el Ejecutivo marroquí no se solucionan con "incienso" ni "mirando a otro lado". Sólo el tiempo dirá si las fotos son lo más importante.

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