El pasado de Pepe Mel en el Rayo Vallecano y su regreso al campo que fue su casa durante cuatro años sólo representan el primero de los muchos cruces de caminos que tendrán lugar esta noche en el estadio Teresa Rivero, donde lidiarán los dos mejores equipos de la categoría según la clasificación. El técnico madrileño, rayista entre 2007 y 2010, es el entrenador con más partidos en la historia del club franjirrojo y entre otros hitos ascendió al equipo de los Ruiz-Mateos a Segunda A en 2008 después de una eliminatoria contra el Zamora.
Mel no es el único ex del Rayo en las filas béticas porque hay dos jugadores que también tienen pasado franjirrojo: Iriney y Rubén Castro. El hispanobrasileño debutó en el fútbol español precisamente al ser fichado por el Rayo en el verano de 2002 y allí permaneció durante tres campañas y media (casualmente, igual que Mel), con tan mala suerte que le tocó vivir dos descensos, uno a Segunda y otro a Segunda B; incluso jugó algún que otro partido en la división de bronce antes de marcharse al Celta. En cuanto al canario, sólo estuvo una temporada, la pasada, cedido por el Deportivo, y la acabó como pichichi del equipo (14 goles).
Para Jorge Molina también será un encuentro diferente. No por el Rayo en sí, ya que no tiene ninguna relación con el rival, pero sí por un jugador que hoy será contrincante pero que en realidad es amigo del alma y compañero durante muchos años. Se trata de Juli, alcoyano como él y con una carrera paralela, hasta el punto de que compartieron vestuario en el Alcoyano, el Benidorm, el Poli Ejido y el Elche. En el club franjiverde aún recuerdan la conexión entre ambos: si Jorge fue pichichi de Segunda el año pasado, en gran parte se debió a las asistencias de Juli.
