Economía

Cuatro gotas que salvan cosechas

El seco arranque de la primavera y el aire solano han dañado los campos de cereales, pero las últimas lluvias permiten recuperar la esperanza de que no haya pérdidas sustanciales. Las primeras estadísticas de cosecha de la Consejería de Agricultura rezuman optimismo.

el 16 sep 2009 / 01:34 h.

El seco arranque de la primavera y el aire solano han dañado los campos de cereales, pero las últimas lluvias permiten recuperar la esperanza de que no haya pérdidas sustanciales. Las primeras estadísticas de cosecha de la Consejería de Agricultura rezuman optimismo.

Amarillean los campos sevillanos de cereal y no es aún tiempo de amarillear. Han traído el don de la oportunidad los chaparrones de las últimas jornadas pues, aunque ya se contabilizan pérdidas ante una primavera que se estrenó con climatología seca, permiten a las siembras aguantar el tirón del cultivo hasta que, allá por mediados de mayo, comience la siega.

"El daño está hecho. El problema no ha sido tanto la falta de lluvias como el airazo de Levante". José Vázquez es técnico de la patronal agraria Asaja de Sevilla, y estima que la cosecha provincial de trigos quedará recortada entre un 10% y el 15%, tras ese cóctel de escasez hídrica y aire caliente, que ha perjudicado especialmente a las lomas de los cerros y a la comarca de la Campiña.

Hace tan sólo una semana, los técnicos de la Consejería de Agricultura también se hacían eco de la sequedad de la tierra. "Aunque el estado por lo general aún es bueno para la mayoría de siembras de cereales, en algunas zonas, principalmente de tierras más ligeras, aparecen algunas parcelas con síntomas de sequía", según indicaban en el Boletín Semanal de Información Agraria.

El departamento que dirige en funciones Martín Soler acaba de elaborar sus primeras estadísticas, aún provisionales, de superficies y producciones en el conjunto de Andalucía para los cereales de invierno, a saber, trigo, cebada, avena y centeno.

Para el primero de estos cultivos, la Consejería habla de un descenso de las tierras del 4%, hasta las 467.046 hectáreas, y, en cambio, de un incremento del 5% para la cosecha, con 1,48 millones de toneladas. El principal retroceso corresponde al trigo blando, que es el de mayor calidad y el utilizado por la industria harinera, frente a la variedad dura -entre sus destinos está la fabricación de piensos-, que revela más estabilidad respecto a 2008.

En el caso de la cebada, y pese a mostrar un recorte del 2% en las hectáreas, hasta las 149.964, en la estadística aflora una extraña alza del 35% en los rendimientos, para así rebasar el listón de las 300.000 toneladas.

Idéntica sorpresa se extrae con las cifras de la avena -fundamental para la alimentación del ganado-, dado que su disminución del 1% en la superficie cultivada -con 68.451 hectáreas- se acompaña de un empuje del 26% en la recolección, hasta las 131.644 toneladas. Mientras, el centeno crece, pero sus datos son residuales si se comparan con los volúmenes del resto de los grandes cereales.

Ya en la provincia de Sevilla, se espera una subida del 8% en la cosecha de trigo (719.375 toneladas), repite la de la cebada (53.750 toneladas) y la de centeno se apunta un incremento del 47% (hasta las 23.313 toneladas).

Pero al margen de los cereales, la penuria de precipitaciones en el arranque de la primavera ha retrasado otros cultivos en Sevilla. Dice la tradición que el algodón se siembra allá por la festividad de San José, el día 19 de marzo. En cambio, desde la Consejería se constata que los agricultores han preferido esperar a las lluvias, y quienes optaron por plantar con anterioridad, apunta José Vázquez, tendrán que volver a hacerlo, "pues el jugo de la tierra no ha sido suficiente como para propiciar el nacimiento". En suma, doble coste. Y al igual que los algodonales, demora en las parcelas de maíz.

También con dificultad germina el girasol, comenta el técnico de Asaja-Sevilla. Se trata de un cultivo en auge en la comunidad andaluza, tras crecer su demanda ante la revalorización del aceite en pasadas campañas, no en la última, cuando los agricultores comenzaron a quejarse de la caída de los precios en origen. En concreto, en Andalucía la superficie aumentará el 5%, con 298.657 hectáreas (Sevilla, 160.000, el 8% más).

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