Cultura

Cuatro grandes figuras para cerrar los 'Jueves flamencos'

Los Jueves Flamencos de Cajasol llegan a su final y el broche de oro lo van a poner cuatro grandes artistas, como son José Menese, Pansequito y La Macanita, y la bailaora Angelita Vargas. Un lujo que los aficionados sevillanos han sabido agradecer colgando en las taquillas el cartel de 'No hay billetes'.

el 15 sep 2009 / 05:34 h.

Los Jueves Flamencos de Cajasol llegan a su final y el broche de oro lo van a poner cuatro grandes artistas, como son José Menese, Pansequito y La Macanita, y la bailaora Angelita Vargas. Cada uno de ellos, en solitario, podrían cerrar por todo lo alto este gran ciclo flamenco, pero juntarlos en una misma noche, es un lujo que los aficionados sevillanos han sabido agradecer colgando en las taquillas el cartel de 'No hay billetes'.

Los cuatro tuvieron un encuentro con la crítica especializada y coincidieron en que pertenecen a una generación que ha aportado mucho a la historia del flamenco. José Menese, por ejemplo, señaló: "Cuando yo llegué a Madrid, en el año 1962, el flamenco estaba en todo su apogeo, con grandes artistas que mandaban en el cante. Así y todo, supimos hacernos un sitio y abrir una nueva etapa del cante", dijo el cantaor morisco.

El artista de Puebla de Cazalla, un verdadero revolucionario del cante por derecho, estuvo bastante comedido en sus opiniones sobre los jóvenes cantaores, eludiendo pringarse sobre artistas como Miguel Poveda y Arcángel. "El tiempo pondrá a cada uno en su sitio", dijo muy serio.

Pansequito, que llegó un año más tarde a los tablaos de la capital de España, de la mano de Caracol, se mostró menos humilde y afirmó que él contribuyó a meter el cante "en las discotecas y las listas de éxito, al igual que otros, se encargaron de introducirlo en las universidades y los colegios mayores".

El cantaor gaditano, destacó también que se le reconociera en el Concurso Nacional de Córdoba, "donde tuvieron que crear un premio a la creatividad para mí porque no supieron clasificarme", comentó con orgullo, defendiendo el hecho de que artistas como él acercaran el flamenco a los más jóvenes.

Tomasa Guerero, La Macanita, la cantaora de Jerez, comentó que, a pesar de ser de la generación posterior a la de Menese y Panseco, llegó a escuchar a los mismos maestros. "Yo era una niña y ya me codeaba con todos ellos en las fiestas y en los festivales. Recuerdo que una vez fueron a mi casa, para escucharme, Lebrijano y Curro Malena, que ya eran primeras figuras".

La veterana bailaora sevillana Angelita Vargas, el arte y la pureza personificados, defendió su escuela a capa y espada, "una forma de bailar que, lamentablemente, se está perdiendo. De las nuevas no hay nadie que me convenza; quizá Carmen Ledesma, que es muy flamenca, como yo", declaró con sinceridad.

Como suele ser normal en estos encuentros, en el debate salieron a relucir conceptos como los de la pureza y la responsabilidad del artista flamenco, y todos coincidieron en que "ser puro es sentir lo que se hace", según Angelita Vargas, "dar el corazón", según Menese, "dar siempre la verdad", según Pansequito, "expresar el cante con naturalidad y sentimiento", según La Macanita.

Lo de esta noche va a ser, sencilla y llanamente, una muestra de lo que estos cuatro grandes artistas llevan muy dentro. El cante y el baile en su máxima expresión. Sin más historia.

  • 1