François Bucher, Daniel Jacoby, el sevillano Miki Leal, Alessandra Sanguinetti y Jorge Satorre componen el ecléctico mosaico de artistas ganadores de la beca de artes visuales de Cajasol. Unos jóvenes autores, y unas desusadas propuestas, que dan forma a la exposición que con los trabajos becados expone estos días la entidad bancaria en sus tres salas expositivas: Centro Cultural Cajasol, Espacio Escala y Sala Imagen.
La convocatoria de las becas, presidida por un jurado compuesto por Juan Bosco Díaz-Urmeneta, Alberto Martín y Chus Martínez, se abría este año al ámbito internacional, una experiencia que se ha saldado con un éxito que "no ha podido ser mayor", según los responsables, ya que al certamen han concurrido más de mil proyectos, con una especial incidencia de autores procedentes de América Latina y "la aportación de enorme calidad de los artistas andaluces", señala el jurado, entre los que destaca el único premiado español, Miki Leal.
Pero empezando por el primero de los artistas galardonados con esta beca, Cajasol descubre en Sevilla la novedosa obra audiovisual de François Bucher (Cali, Colombia, 1972), que muestra en Cajasol sus proyectos Cali nous appartient y Saint Paul. Su trabajo recorre un gran variedad de formatos, pero se centra principalmente en problemas relacionados a las cuestiones éticas y estéticas del cine y la televisión. De este modo, su trabajo llega a Sevilla tras haber sido presentado internacionalmente en las principales capitales del arte contemporáneo, como son Londres, Nueva York y Berlín, mientras que en España tuvo un primer contacto en el Museo Reina Sofía y el MUSAC (Museo Contemporáneo de Castilla y León).
Si seguimos en América Latina nos topamos con el jovencísimo artista Daniel Jacoby (Lima, Perú, 1985), becado por el provocador proyecto Un Toblerone de exactamente 50 g y (x)* Toblerones de otros pesos aproximados. Original y metódica, esta obra es una de sus acciones de repetición estética que se inscribe dentro del trabajo que desarrolla el peruano en los últimos dos años, cuando se trasladó a vivir a Barcelona.
Más al norte, de Estados Unidos, ha llegado la obra de Alessandra Sanguinetti (Nueva York, 1968), la más veterana de los premiados, que también tiene procedencia hispana (vivió en Argentina desde 1970 hasta 2003). Su proyecto Las aventuras de Guillermina y Belinda, el enigmático significado de sus sueños y de cómo se sucedieron las cosas es el único proyecto fotográfico que expone Cajasol. Con obra colgada en el MOMA, Sanguinetti es una veterana en la fotografía documental -con reconocidos trabajos para The New York Times Magazine y LIFE, entre otros- y para esta ocasión presenta "un cuento, un documental de la vida imaginaria de las dos protagonistas, de sus fantasías, sus miedos. Es un trabajo muy teatral, hacemos como performances: yo les doy un empuje, ellas se disfrazan y empiezan a improvisar", ha explicado en una entrevista reciente.
Jorge Satorre (México, 1979) muestra también por primera vez su trabajo en Sevilla. Y lo hace bajo el paraguas de Piaxtla Indiciaria (La Verdad Divina), un proyecto gráfico -Satorre es ilustrador editorial- que toma el nombre de Piaxtla, una pequeña comunidad del estado mexicano de Puebla ubicada dentro del grupo de los llamados pueblos fantasmas de Puebla, localidades que están en proceso de desaparición por el continuo desplazamiento de su gente de manera casi exclusiva a Nueva York.
Y finalmente, Cajasol satisface la cuota local con la elección de Miki Leal (Sevilla, 1974), uno de los artistas de moda de la escena pictórica nacional. La Cabaña es el título del proyecto e incluye 53 pinturas y un vídeo realizados a partir de un viaje en moto por la Costa Azul francesa y la Selva Negra alemana. El artista muestra 18 de los dibujos del natural que realizó durante su aventura, y también los previos de siete cuadros de enorme formato realizados en papel.